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Vigilado
Rodolfo Van der Laat, geólogo y vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, explicó ayer que la actividad del volcán Poás es normal. Un leve aumento en los gases y en la sismisidad alarmó a los vecinos del coloso alajuelense. Foto tomada ayer al mediodía.
Abelardo FONSECA/Al Día
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Más gases y temblores en el Poás
No hay que temer, dicen científicos Erick CARVAJAL MORA
ecarvajal@aldia.co.cr
Un aumento, en las últimas semanas en la intensidad sísmica y en la actividad fumarólica del volcán Poás, Alajuela, mantiene preocupados a sus vecinos más cercanos. Sin embargo, los científicos del OVSICORI dicen que no hay por que desvelarse; todo es normal --dicen--en el coloso alajuelense.
Rodolfo Van der Laat, catedrático en Goedesia-Vulcanología del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (OVSICORI), realizó, junto a miembros de la Comisión Nacional de Emergencias, una inspección ayer en el Poás.
Van der Laat aseguró que la actividad es normal y como en años atrás, en el mes de mayo, siempre hay una "alarma" por los gases.
En un comunicado de prensa el Observatorio explicó que intensificaron el seguimiento cuando notaron hace algunas semanas un incremento en la actividad fumarólica subaquática en la Laguna Caliente, lo que produjo un cambio de color y fuertes corrientes de convección dentro de la misma.
Van der Laat dijo que en diciembre la laguna presentaba un color verde oscuro y ahora tiene un gris claro.
Además, en días atrás temblores registrados en la estación volcán confirmaron un incremento importante de la actividad fumarólica.
El Observatorio también aclaró que es un proceso incipiente (evaporación ácida) que no ha afectado aún a la población. ¿Y los turistas?Van der Laat explicó que no es necesario cerrar el volcán a los turistas. "Solo se cerró uno de los senderos por seguridad", comentó.
Actualmente la laguna del Poás tiene un millón 600 mil metros cúbicos de agua y su temperatura aumentó en 8 grados, pasó de 32 grados centígrados a 40.
Ayer se efecturaron pruebas en la sismología, las deformaciones y lageoquímica del Poás.
Van der Laat llegó a la conclusión que ha habido un aumento en los temblores pero por el flujo de gas.
Estos gases se producen por el calentamiento del magma y los mismos buscan una ruta hacia la superficie y se mezclan con la laguna del volcán.
El experto no encontró ninguna deformación importante en las estructuras del coloso y una de las más importantes a nivel geoquímico es el aumento de la temperatura en la laguna.
Van der Laat señaló que en el mes de mayo hay dos corrientes de aire, una del Pacífico y otra del Caribe, que pasan por el Poás.
Esto provoca que mucho de los gases queden atrapados en esa zona por varias horas y eso produce cierta alarma en los pueblos cercanos como: Poasito, Fraijanes, San Pedro de Poás, Varablanca, Cinchona, Cariblanco y Bajos del Toro.
El volcán Poás tiene un cráter con un diámetro de 1.320 metros y una profundidad de 300 metros.
Ayer la actividad turística era normal, y se percibía un fuerte olor de azufre en el ambiente.
El geólogo recordó que desde hace cinco años las fumarolas cambiaron de lugar, antes estaban en el sector sur de la laguna y ahora se ubican en el costado noreste.
Por el momento, si desea visitar el Poás no hay problema que lo haga, solamente tome en cuenta una recomendación que se da en uno de los folletos que dan a la entrada del parque: "...El Volcán Poás es un volcán activo, usted ingresa bajo su propia responsabilidad...".
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