Historia
“Vivir sola ha sido muy duro”
Vielka Domínguez todavía recuerda aquel trágico día. Ella, en compañía de sus cuatro hijos, esperaba a su esposo, Adolfo Preuss, una de las víctimas mortales.
“Estábamos almorzando y yo le dije a los muchachos que le guardaran comida a Adolfo, pues ya casi llegaba de San José”.
Minutos después recibió una llamada para informarle que la avioneta en la que iba su esposo se había perdido. “Ahí comenzó la mayor angustia de nuestras vidas”, dijo Domínguez, quien todavía vive en Puerto Jiménez, lugar donde siempre compartió con su esposo.
Ella no para de pensar en sus 30 años de matrimonio, ni el día en que conoció a su marido, allá en Manuel Antonio, en enero de 1971.
“Mi esposo era un hombre lleno de energía y fuerza. Tenía un gran carisma, aquí toda la gente lo recuerda con cariño y respeto”. El miércoles pasado, al cumplirse cinco años de su muerte, ella fue al mar. “Vi el atardecer y pensé mucho en él. Vivir sola ha sido muy duro”.
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Preuss falleció dentro de la cabina. Róger Benavides
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