Catalina Sánchez, Presentadora

Sigue "a todo dar"

Le guarda cariño al programa de concursos, pero procura quitarse de encima la "carga" que le dejó

Costa Rica la conoció como bailarina de "A todo dar" y a Catalina Sánchez le encantó. Pero ahora su vida está dedicada al papel que cumple en "Turista inteligente", donde ya no es modelo y se divierte más.

La guapa presentadora le contó a VIP que está tratando de controlar el miedo a los caballos y de borrar la mala opinión que alguna gente tiene sobre las exATD.

Está aprendiendo italiano, quiere entrarle al mandarín y estar en televisión mucho tiempo más, presentando los rincones de nuestro país.

Con el exjefe

"Para mí la prioridad siempre fue la universidad y con ATD era muy difícil estudiar. Estuve al aire un año y cuando salí saqué la licenciatura en finanzas y mercadeo. Entonces volví a modelar", explica.

Fue en este punto de su vida cuando la llamaron para hacer "Apartamento de solteras", una serie que no tuvo mucho éxito pero le permitió conocer al productor Gustavo Rojas, es decir, el jefe.

"El me impulsó para ir al 'casting' del programa y yo le hice caso. Nos sentaron juntos y nos pidieron que presentáramos como si estuviéramos en vivo. Le inventé la página web y el número de teléfono, me sentí muy cómoda y al final me escogieron", comenta.

Ahora, pasa muy poco tiempo con Rojas, pues él está a cargo de las secciones metropolitanas y ella de todo lo rural, que le encanta, excepto por un asuntito de cuatro patas...

"Chiquitita me caí de un caballo y me quedó el miedo; sin embargo, he tratado de superarlo. Yo me monto y hago el tour, pero voy muerta del susto todo el tiempo, le hablo al caballo, le toco el pelo, le pido que no me bote y todo el mundo se ríe de mí", cuenta con humor.

Sin embargo, sus malas relaciones equinas no empañan los buenos momentos: canopy, bungee, rappelling, rápidos, escalada, caminatas... el trabajo realmente la mantiene ocupada.

"Todos los miércoles, religiosamente, salgo de San José y regreso los viernes. Pero sí es muy cansado, son muchas horas de viaje, hay que madrugar mucho porque solo grabamos con luz del sol y si los hoteles tienen actividades en la noche, nos toca terminar muy tarde", explica.

En la lista de tareas pendientes están el paracaidismo y el parapente, porque le encanta la adrenalina.

"Mi mamá me inscribió en una agencia de modelos cuando tenía 15 años, porque era demasiado terrible. Me juntaba con mis hermanos para jugar fútbol, andar en patineta y otras cosas que a ella le parecían poco femeninas", recuerda con una gran sonrisa.

Ahora, ese espíritu deportista y aventurero es su principal arma para hacer muy bien su trabajo.

Todo entra por la vista

Con todas esas actividades y deportes extremos, la ropa de Catalina tiene que adaptarse a la situación, aunque también responde a órdenes de sus jefes.

"Cuando va pasando el tiempo, ya en 'Turista inteligente' me he dado cuenta de la imagen que tenía la gente de nosotras, las que bailábamos en ATD, por lo que tuve que luchar contra esa idea formada", comenta.

Por eso, su cabello pasó de rojo a castaño con rayitos amarillos, para que en televisión se le vea café, un tono muy discreto.

Los productores quieren darle una imagen más conservadora, pues a ellos les interesa vender el lugar, no a la presentadora.

"Además, si hago una caminata de dos horas y termino perfectamente arreglada y maquillada, eso no es real. La gente quiere ver cómo se siente lo que hacemos", asegura Sánchez.

Para rato

Para Catalina, "Turista inteligente" es un proyecto a largo plazo, en el que aspira a -además de vencer el miedo a los caballos- conocer cada rincón de Costa Rica y, en el futuro, de otros países.

"Después del Mundial el programa se transmitirá por canal 6 y yo le veo mucho futuro", dice.

El único inconveniente es que le consume la vida. Graba tres o cuatro días a la semana, tiene uno libre, pero nunca sabe cuál será y, aunque supiera, lo único que se le antoja hacer ¡es dormir!.

"Quiero seguir estudiando, porque me gustan mucho los idiomas. Ahorita estoy en clases de italiano y una meta que tengo a mediano plazo es aprender mandarín, pero cuesta mucho matricular cursos ya que se imparten los sábados", relata.

El otro problema es la comida: se la pasa cenando y almorzando en los restaurantes de los mejores hoteles, con todo incluido, y al tener la agenda tan llena, hace malabares para ir al gimnasio.

"Cuesta mucho cuidarse. Imagínate un bufé en el desayuno con tocineta, gallo pinto, plátano maduro, natilla, pan... ¿Cómo rechazar eso? Yo digo '¡Dios mío! ¡Me lo quiero comer todo!' Y, para colmo, te ponen mil tipos de postres", comenta divertida

Y para terminar, no tiene novio, porque mantener una relación es muy difícil. "Sería el legítimo novio de los domingos". Tampoco tiene chance para conocer gente, porque anda por todo lado, con poco tiempo. "Tengo como un año y tres meses de estar solita y me hace falta tener una relación, porque toda la vida he tenido novios y relaciones largas. Ahí sí me encontrás algo...", y suelta una carcajada.

Por ahora el sacrificio vale la pena y Catalina asegura que puede seguir con este ritmo, incluso, durante años, si todo sale bien, porque le encanta aprender y conocer, además de salir en televisión.

"Sin embargo, yo a largo plazo no me veo en televisión. Esto lo veo como una etapa muy linda, que estoy aprovechando, pero en unos años ya quiero estar trabajando en mis propios negocios, más para mí y en los negocios de mi mamá", dice con seguridad.