Guarda que fue asesinado en Colegio José Albertazzi, en Los Guido de desamparados

Sentido adiós para don Melvin

Familiares, amigos y alumnos evidenciaron ayer el enorme cariño que le tenían

Desamparados - La iglesia de Desamparados se llenó ayer de decenas de estudiantes, amigos y familiares que le dieron el último adiós a Melvin Castro Brenes, guarda del colegio José Albertazzi, en Los Guido, quien fue asesinado de dos balazos el lunes.

Desde antes de las 3 p.m., los alumnos del colegio llegaron a la iglesia, muchos de ellos portando la camisa de la institución y, en algunos casos, también pañuelos.

La homilía fue dirigida por el sacerdote Róger Campos, quien dio un mensaje de apoyo a la familia doliente, que ocupó los primeros asientos del templo.

Antes de salir de la iglesia, el cuerpo de la víctima fue despedido con un aplauso, mientras Melvin, su hijo epiléptico, gritaba que primero había perdido a su abuelo y ahora a su querido padre.

Luego, la calle principal de Desamparados fue tomada por amigos de Castro, que, durante los 700 metros de recorrido hasta el cementerio, comentaban la forma cruel en que murió “Risitas”, como le llamaban cariñosamente.

El afecto de los alumnos hacia Castro se evidenció ayer cuando estos se turnaban para trasladar el féretro sobre los hombros.

Ya en el cemeterio general de Desamparados, el llanto se apoderó de los presentes, que gritaron al escuchar los acordes de un mariachi que entonó una canción de despedida para un amigo.

“¿Por qué me lo quitaron, por qué?”, preguntaba desconsolada, encima del ataúd, Beatriz, hermana de Castro, a quien mataron con el fin de robar varias computadoras del colegio.

Rolando, hermano también de la víctima, comentó que, en varias ocasiones, “Risitas” les comentó sobre la inseguridad que sentía cada noche en la zona donde se halla el centro educativo.

“Pedimos justicia por lo que le hicieron” Jorge hizo un fuerte reclamo al colegio. José Rivera Con un dolor indescriptible, Jorge Castro, hijo mayor del guarda asesinado, dijo que lo que más desea es que se aclare quiénes mataron a su padre. “Él pedía cosas y nunca se las daban. El teléfono a veces servía y a veces no. Ahora que está muerto, sí están pensando en cambiar algunas cosas”, comentó. Jorge fue uno de los hermanos que más apoyo brindó ayer a amistades y familiares, quienes no dudaron en expresarle sus muestras de cariño mediante sentidos abrazos. En el cementerio, Jorge fue de los primeros en despedirse de su padre, que siempre luchó por sacar adelante a los suyos.