Edgar Chinchilla, corresponsal
Yensy Aguilar Arroyo
yaguilar@aldia.co.cr

Cinchona. - Los restos de Norlan Flores Morán y de su hija de un año y ocho meses, Hania Flores Pérez, desaparecidos tras el terremoto del pasado 8 de enero en Cinchona de Alajuela, aparecieron ayer a las 10:25 a.m.

Flores y la niña habían salido a hacer un mandado en una pulpería cerca de la casa cuando les cayó un terraplén.

Fueron encontrados por una empresa que hacía trabajos para reabrir el paso por la zona, 150 metros al suroeste de lo que fuera el restaurante El Mirador.

Nelson Mejía, empleado de la empresa Hermanos Campos, explicó que al dar un palazo le llegó un mal olor.

Sospechó que se trataba de restos humanos, y cuando levantó el brazo mecánico, vio cómo se desprendía un brazo humano.

“Nosotros sabíamos que por este sector hay gente sepultada”, manifestó Mejía quien se bajó de la excavadora y pudo observar que se trataba de un hombre y una niña.

“Los cuerpos estaban a 70 centímetros de profundidad”, explicó el trabajador.

Afirmó que fue muy duro para él, emocionalmente, encontrarse con los cuerpos. No obstante, se sintió contento porque eso trae alivio a los familiares de estas dos personas.

Norlan Flores había llegado al país hacía nueve años de Matagalpa, Nicaragua.

Trabajaba en la fábrica El Ángel, que ahora se ubica en Cariblanco, y estaba casado con Idanya Pérez Borge, de 21 años.

El día del terremoto, su esposa estaba en otro sector y su cuerpo no ha aparecido. Sus familiares ya perdieron la esperanza de recuperar sus restos.

“Uno lleva muchos años en esto, pero es muy triste ver los cuerpos de un padre junto a su hija. A todos los que nos presentamos al lugar nos conmovió mucho”, expresó el cruzrojista Willy Picado, del comité de Río Cuarto de Grecia, uno de los que tuvo la tarea de extraer los cuerpos.

Ayer trascendió que hoy excavarían en el sitio donde desapareció Jonathan José Bolaños Sosa, en los alrededores de una porqueriza.

Noticia en el trabajo

Los padres de Idanya Pérez, esposa de Norlan Flores, llegaron ayer para reconocer los cuerpos de su yerno y de su nieta.

La mamá de Idanya, Nidia Borge, afirmó que estaban trabajando en la fábrica El Ángel cuando los llamaron para darles la noticia.

“Aún se podían reconocer los cuerpos y algunos artículos como la ropa y los zapatos”, afirmó.

Reinaldo Pérez, padre de la joven, afirmó que el hallazgo les da un poco de tranquilidad, pero aún sienten dolor porque no encuentran a su hija.