Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

Aferrado a los anteojos que tenía en su mano derecha y atento a las súplicas de su vecina Marlen Ramírez para que resistiera, José Mejía Acevedo, de 29 años, agonizó antenoche, poco a poco, hasta expirar.

El joven recibió un balazo en la cabeza.

El incidente tuvo lugar alrededor de las 8 p.m. en barrio Nuevo, una comunidad marginal situada en Curridabat.

“Jose, por favor resista, ahorita viene al Cruz Roja”, rogaba la vecina, al tiempo que le metía sus dedos índice y corazón de la mano derecha dentro de la boca para tratar de evacuar la fuerte hemorragia interna que lo ahogaba.

La víctima, casado y que deja dos huérfanos de cinco y cuatro años, fue interceptado por dos enmascarados con el fin de asaltarlo, según la Policía.

Era un apreciado líder religioso de esa barriada, se opuso al atraco y lo balearon, según confirmaron testigos.

Sin embargo, por la casi simultánea aparición de unos vecinos, los delincuentes no pudieron robarle sus pertenencias.

Mejía acababa de salir de su casa y se dirigía hacia La Rivera de Belén, donde iniciaba su jornada laboral a las 10 p.m.

“Era un eficiente operario en la línea de empaques de los confites Gallito”, comentó ayer Silvia Alvarado, gerente de asuntos corporativos de Kraft Foods.

Trabajaba para esa empresa desde el 2002 donde se destacó por “el mejoramiento constante del proceso”, agregó.

Ayer comenzó el torneo interno de fútbol y el equipo suyo no compitió en señal de duelo.

Futuro pastor

Darwin Castillo.

Darwin Castillo, Pastor.

Era el líder del programa para jóvenes. Se congregaba con ellos tres noches a la semana”.

Calixta Sánchez, Vecina.

Un hombre trabajador, del hogar y decente. Un ejemplo para todos los jóvenes de aquí”.