Isaac Lobo

Camina despacio, pero la fuerza interior que le da su amor por Dios, lo hace romper cualquier barrera.

Manuel Antonio “Pilo” Obando es muy distinto al hombre que fue hace unos años y él asegura que fue la mejor elección de su vida.

¿Cómo es un día normal?

Estoy estudiando teología, voy al estudio bíblico ESEPA, narro partidos y dos testimonios en iglesias.

¿Ya no tiene negocios?

Ya no, resulté muy malo para estos.

¿Con quién vive?

Con mi segunda esposa, vamos a cumplir un año. Todavía estamos como de luna de miel.

¿Cómo la conoció?

En una fiesta de los 50 años de una iglesia cristiana. Me chinea y le tengo que agradecer mucho.

¿Por qué?

Hace siete meses tuve un gran problema de úlceras en mis piernas. Ella me cuidó con paciencia franciscana y me curó con una planta que se llama azul de mata.

¿Era muy enamorado?

¡Qué! Claro, demasiado picarón, pero ya no.

¿Qué fue ese cuento con la cubana de “ATD”?

No, no, no, esa fue la más vil mentira que me sacaron. Lamentablemente no es cierto, a esa mujer ni la voz le conozco.

¿Cómo mantiene el humor?

Bueno, antes era demasiado chiva y serio. Después de que conocí al Señor mi vida se transformó.

¿Qué tal esa dupla con Mario Mc Gregor?

Nos llevamos muy bien, somos grandes amigos. Tuve la dicha de abrirle campo en la radio, en el año 75, cuando estaba en Monumental.

¿Le tiene miedo a la muerte?

Antes sí, ahora no, cuando uno está con el Señor ya sabe para dónde va.

¿Se arrepiente de algo?

Sí, aprovecho esta entrevista para pedirle perdón a mucha gente. Le pido perdón al que molesté, mortifiqué o le hice algún mal, a todas esas personas las quiero mucho.

No le funcionó:

Tuvo un bar, una tienda de deportes, una zapatería, una emisora deportiva y una soda.

Familia:

Esta casado en segundas nupcias con Miriam Montes, y tiene seis hijos (tres nietos) de su anterior matrimonio. Vive en Santo Domingo.