El escenario, ubicado al centro del Estadio Nacional (la otra mitad no se utilizó) recibió a las 9:01 p.m. al dominicano, quien salió de atrás de una pantalla gigante que simulaba un televisor y en medio del griterío del recinto ya repletó, empezó con “Apaga y vámonos”
Con los 15 músicos, que conforman la 4.40, el artista de 54 años, contagió al público que rondó las 15 mil personas.
“Buenas noches Costa Rica, un placer estar con todos ustedes” fueron sus primeras palabras para luego interpretar uno de sus mayores éxitos: “La Bilirubina”
El coleccionista de Grammys siguió su repertorio con “La Travesía” al tiempo que saltaba y pedía palmas a la marea de todos los asistentes.
“La llave de mi corazón” puso su cuota de merengue y así calentó el cuerpo para contrarrestar el frío que imperaba.
Al interpretar “Bachata rosa” el estadio apoyó a Juan Luis en los coros, “hermoso coro externo” dijo el cantante.
Desde los VIP y hasta lo más alto de las graderías la gente bailó lo que le pusieron: bachata, merengue y las pocas salsas del artista.
Tras interpretar un popurrí de salsa que incluyó “Carta de amor”, el cantante dominicano entonó “Son al Rey” uno de sus temas nuevos, inspirado en el Salmo 103. Los éxitos continuaron con “ “Como yo”, “El costo de la vida”, “La calle” (que creó juntó a Juanes) y “Mi bendición”
El público ya estaba picado por las avispas antes que soltara dicho tema y se contagió del romanticismo de “Bachata en Fukuoka”, todo esto previo a que el cantante los invitara a subirse a “La guagua”. Al cierre de edición, el dominicano todavía interpretaba sus éxitos ante un público que se mantuvo fiel de principio a fin a pesar de las amenazas de lluvia.
