Domingo 10 de julio de 2011, San José, Costa Rica

Inexplicable acción

Ocho disparos se robaron al trovador

Isaac Lobo y agencias

ilobo@aldia.co.cr

Como un vaticinio de lo que le ocurriría, Facundo Cabral dijo el martes en el primero de dos conciertos que dio en Guatemala: “Ya le di las gracias a ustedes y después que sea lo que Dios quiera, porque Él sabe lo que hace”.

Ayer ticos, al igual que los latinoamericanos nos levantamos con una terrible noticia: ocho disparos acabaron con la vida del gran trovador e insigne contador de historias.

Según la AP, el ministro de gobernación Carlos Menocal describió que el ataque fue perpetrado desde tres vehículos, uno de los cuales se colocó al frente del que llevaba a Cabral y era conducido por el empresario nicaragüense Henry Fariñas, para obligarlo a reducir la velocidad y otros dos que se alinearon a los lados y desde los cuales les dispararon.

El Land Rover en la que viajaban Fariñas y Cabral, iba escoltado por otro con cuatro guardaespaldas que intentaron repeler. “Al verse heridos, Fariñas condujo en busca de ayuda hasta una estación de bomberos cercana al lugar del ataque”, indicó Menocal.

El cuerpo del músico argentino, vestido con jeans, una chaqueta de piel y una pequeña maleta en sus manos, quedó en el asiento del copiloto en la estación de bomberos conocida como El Trébol, a un par de kilómetros del aeropuerto internacional La Aurora, donde se dirigía rumbo a Nicaragua.

El vocero de los bomberos municipales José Rodríguez declaró que el músico argentino recibió al menos ocho disparos en el cuerpo y que Fariñas, herido, fue trasladado a un hospital.

Su vida

“Me llamaron a las 6:45 a.m. y sentí un frío que recorría mi espalda”, manifestó el empresario tico de conciertos, Arnoldo Herrera, quien tenía más de 20 años de conocerlo.

“Cabral era un tipo que le cantaba a la vida y a la paz. Era un artista correcto y honesto y sus canciones y su poesía eran sencillas, pero le llegaban a uno al corazón”, añadió.

El trovador argentino se consideraba a sí mismo “un contador de historias que además canta”. Fue autor de temas como “No soy de aquí, ni soy de allá”, el cual cantaron figuras como Vicente Fernández, Julio Iglesias y Lola Flores y del que, según el autor, existen cerca de 700 versiones en 27 lenguas.

Oriundo de la Patagonia Argentina Cabral era de estrato muy humilde. Fue criado por su madre, junto a seis hermanos después de que su padre los abandonó.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al músico argentino como Mensajero de la Paz en 1996, algo de lo que dijo sentirse orgulloso.

En sus conciertos se dedicaba a contar historias. En 1976 dejó Argentina en medio de la dictadura militar y se radicó en México.

“Ahora en mi carrera artística puedo armonizar las diferencias, algo que sólo te da la edad. No tengo que cuidarme de nadie, ni invadir otro país o llevar guardaespaldas, no tengo que convencer a nadie”, le manifestó a Al Día en el 2002.

Fue analfabeta hasta los 14 años, pero después conoció a Borges, Chagal y la madre Teresa.

Entre los discos que grabó figuran “Mi Vida”, “Ferrocabral”, “Facundo Secreto”, “Cabralgando” de los que se extraen temas como “Yo quiero ser bombero” y “Pobrecito mi patrón”.

“Amo tanto la vida porque me costó tanto gozarla...Me costó mucho sentir que era protagonista y no una basura, relató el músico y escritor”, cuya mujer e hija murieron en un accidente aéreo, perdió la vista totalmente durante una época de su vida y sobrevivió a un cáncer.

Además en esta sección

Audio de la nota

Escuche la canción No soy de aquí ni soy de allá, de Facundo Cabral.

Última Hora