Deportes
Martes 7 de junio de 2011, San José, Costa Rica
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Opinión

Proceso y formación

Julio Rodríguez, periodista

redaccion@aldia.co.cr

Las victorias son sabrosas, pero pueden ser engañosas. Las derrotas duelen, pero deben ser aleccionadoras. La solución frente a esta intersección de sentimientos es el pensamiento crítico, para no perder de vista la meta, ni los medios, ni los antecedentes, ni el sentido preciso de lo que significa la palabra proceso.

Nuestra cultura y nuestro estilo de hacerles frente a los problemas –para resolverlos, no para manosearlos– no es amiga del proceso, entendido como acción de ir hacia adelante, según el diccionario, o sucesión de operaciones, activas y organizadas en el tiempo que desembocan en un resultado. Como tal, un proceso exige reflexión, determinación, claridad de miras, perseverancia, humildad, realismo, control, rendición de cuentas… Nosotros, educados en la escuela del facilismo y del chineo, pretendemos “hacernos ricos de la noche al día” (una utopía), según la antigua propaganda de la JPS, o soplar y hacer botellas. Una de las ventajas de la competencia es que nos obliga a cambiar.

El proceso, pues, entendido en el mejor sentido, es una escuela de formación. Bien lo ha repetido Ricardo La Volpe. Esto quiere decir que, entre muchas otras cosas, debemos sacar provecho de las victorias y de las necesarias derrotas, sabedores de que la meta se llama Mundial del 2014, en Brasil, y de que, entre esta aspiración y la realidad del proceso se trenzarán muchos duros episodios escritos por un seleccionado en formación y en un marco futbolístico artesanal. Esta es la realidad. La mayor parte de los errores surgen, precisamente, de no querer ver ni entender la realidad.

Este proceso, entonces, nos ayuda a educarnos: a los jugadores, a los dirigentes, a los periodistas y a los aficionados. El futbol es escuela de formación del carácter, de la visión de las cosas y de las personas, del juicio correcto en la derrota y en la victoria. Nuestra participación en las copas Oro y América es una oportunidad invaluable.