Isaac Lobo
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En el 2007 Robert Rodríguez y Quentin Tarantino estrenaron la cinta “Grindhouse”.

Este es un homenaje a las películas de ese género (también llamado “gore”) de la década de los 70, caracterizado por escenas de terror que se centra en lo visceral y en la violencia gráfica.

Precisamente la nueva cinta de Nicolas Cage, “Infierno al volante” tiene una marcada tendencia a esto.

Incluso hay tanta sangre y es tan excesiva que se convierte en un elemento cómico.

Detalles

Según las notas de producción de “Infierno al volante” proporcionadas por Discine, esta basa su historia en un padre que busca venganza, montado en un Dodge Charger modelo 69.

Este debe de cazar al líder de una secta satánica que asesinó brutalmente a su hija y secuestró a su bebé.

El filme está dirigido por Patrick Lussier y Todd Farmer, el equipo detrás del éxito taquillero “My bloody Valentine”.

“La película es un viaje por el infierno, salpicado de sangre, que trae autos asesinos, armas de alto impacto, humor irónico y acción en la pantalla, todo en 3D”, anota la producción.

El criminal prófugo de la justicia, John Milton (Nicolas Cage), moverá cielo y tierra para rescatar a una niña, su nieta, de una secta. Con tan solo tres días para encontrarlos, recluta la ayuda de Piper (Amber Heard), una hermosa mesera para rastrear al asesino Jonah King (Billy Burke) y a sus seguidores adoradores del demonio.

La crítica, a excepción del público, no le agradó mucho. “Admítelo. Secretamente te mueres por ver a Cage y su alocada conducción en 3D y una hilarante peluca mientras destroza algún diálogo estúpido hasta el punto de lo incomprensible. Gracias por su amabilidad, señor Cage”, escribió Peter Travers de la revista “Rolling Stone”.

Una estrella

“Never say never” es un documental que cuenta cómo el canadiense Justin Bieber pasó de ser un adolescente común y corriente a convertirse en toda una estrella del mundo de la música. Es considerado el primer artista que es lanzado desde lo desconocido impulsado por YouTube.

Luchador

“The Fighter” es la historia del boxeador irlandés Micky Ward (Mark Wahlberg) y de cómo ganó de forma sorprendente el título mundial de peso medio. Su ascensión fue conducida por su hermanastro Dicky (Christian Bale), un expeleador convertido a entrenador que retoma su vida.