Antes de empezar a practicar el atletismo era un adolescente muy inquieto que, según cuenta, en el estudio no le iba nada bien.
En el primer año de colegio iba quedado en todas las materias hasta que su profesor de educación física lo incentivó a que participara en las eliminatorias de Juegos Estudiantes en campo traviesa, donde logró ganar.
“Gracias a que me vieron dos profesores de Desamparados de Juegos Nacionales empecé a entrenar, primero competía en pruebas de velocidad, luego hice 2 mil metros obstáculos y así fui subiendo”, contó Lizano.
“Ese año logré salvar las materias y desde ahí nunca me quedé en nada. El deporte ha traído mucha disciplina a mi vida”, dijo.
El atleta, quien se graduó en Educación Física y está casado con Gabriela Pérez, ve en su hijo Gabriel, de 6 años, su motivación. “A veces me duele mucho porque tengo que sacrificar pasar tiempo con él y mi esposa por el fuerte entrenamiento, es muy triste”.
“Mi hijo antes me decía que quería ser corredor pero ahora me dice: ‘papá ya no quiero, ahora quiero ser futbolista”, confesó.
Lizano espera sacar más adelante una licenciatura con énfasis en Rendimiento Deportivo.
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