Deportes
Martes 10 de abril de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

No importa que el futbolista sea guapo o feo; la fama todo lo cura

Jugadores, gran imán para las mujeres

Esteban Valverde

esteban.valverde@aldia.cr

Recibir regalos, flores, invitaciones, fotografías, sin tener que ni siquiera hablarle a una mujer, probablemente es el sueño de todo hombre, en palabras sencillas: ligar sin esforzarse.

Esas situaciones son las que viven muchos futbolistas nacionales, quienes al ser figuras públicas están expuestos al ojo femenino, y al parecer en el físico tiene su principal carta de presentación (según mujeres consultadas en la segunda parte de este reportaje, que se publicará mañana).

“Yo siento que sí es peligroso, ahí es donde el jugador y el muchacho joven debería de tener distracciones como el estudio, hacer cosas diferentes al fútbol”, sentenció al respecto Rándall Row, asistente técnico del Saprissa.

Y es que como dice el dicho, en ocasiones el jugador solo a golpes aprende, por lo que al tener tantas facilidades, cae en la tentación más rápido.

“Por ser futbolista es más complicado detenerse, yo amo a mis hijos al 1000%, ya cuando tenía la responsabilidad ( de su primer hijo) me calmé”, agregó Richard Mahoney. Y es que para algunos practicantes del “Deporte Rey” de nuestro país, una mujer significó: problemas familiares y hasta bajonazos en el rendimiento deportivo. “Perdí mi primer matrimonio, cometí errores grandes”, dijo el exfutbolista Farlen Ilama.

A Robert le mandaban flores

El defensor del Pérez Zeledón, Robert Arias, llegó a recibir hasta flores por parte de sus admiradoras, las cuales tenían el afán de conocerlo.

“El día de mi cumpleaños me tenían flores y yo no sabía quien me las había dejado, además me dejaban regalos, cartas que decían el número de teléfono. Yo en lo personal nunca contesté, ni llamé, porque nada les cuesta ir al estadio”, comentó.

Para Arias este efecto es de cuidado, ya que en algún momento se sube a la cabeza y es peligroso.

“Con la mujer y los vicios hay que tener cuidado, he tenido compañeros que mujeres los han llevado hasta casi retirarse, porque ellas son muy inteligentes”, concluyó el jugador generaleño.

Cambiaba de número

El exlateral manudo, Harold Wallace, era tan buscado por sus admiradoras, que hasta tuvo que cambiar de número de teléfono en más de una ocasión, para evitar problemas familiares.

“A mí me llamaban y yo ni sabía quién era, me decían cosas, desde mujeres hasta fanáticos, entonces era muy complicado”, dijo.

Y es que el “Rapero” era un pegue, porque hasta recibía invitaciones vía carta y personales, cuando lo iban a buscar al estadio.

Al final el jugador evitó las tentaciones, gracias a que se casó a temprana edad: los 24 años.

“Las mujeres son muy hábiles para meterse y el que no está preparado, se lo llevan”, concluyó.

Novia, el freno de mano

Jorge Alejandro Castro, jugador del Saprissa, dijo que desde el Mundial de Egipto 2009 ha vivido una serie de transformaciones en su vida privada, entre ellas empezar a sobrellevar más admiradoras.

“Sale una que otra, sí me piden más fotos, pero no me faltan el respeto. Las mujeres son hermosas y preciosas y uno como hombre las ve”, contó.

Castro es claro que aunque aparecen más chiquillas, al menos el tener novia le ayuda a no distraerse mucho, ya que se encuentra muy concentrado en su relación.

“Tengo novia y estoy tranquilo, de una u otra manera tener pareja ayuda a mantenerse fuera del ambiente enfermo que hay, porque sí hay distracciones”, añadió.

“Al futbolista le sobran las mujeres”

El exdelantero Farlen Ilama fue otro de los que habló sin pelos en la legua sobre este tema, y aceptó que el alcohol y las mujeres lo desviaron de sus prioridades deportivas.

“Al futbolista, las mujeres le sobran, más porque se gana bien, te invitan a cervezas, se va a la disco y el problema del alcohol fue fuerte para mi, eso lo saca a uno de concentración”, dijo.

Ilama tuvo excesos en estos temas en bares, los cuales conoció por amistades en las que acepta que se equivocó.

Actualmente, Farlen tiene un hijo de cuatro años y aunque a él le gustaría que en el futuro practique fútbol, la actual pareja del jugador no quiere. “No lo desea por el ambiente, pero yo lo aconsejaría y lo guiaría de buena manera, quiero contarle mis historias para que aprenda”. El exjugador de Pérez Zeledón considera que sus desórdenes con mujeres y alcohol le frustraron su carrera deportiva.

“Yo era medio cotizado”

En las afueras del Morera Soto lo esperaban con el afán de robarse una fotografía, o tirarle una mirada y la más atrevida mandarle una sonrisa, hablamos del exjugador de la Liga, Juan Carlos Arguedas.

“Sí claro que sí llegan, yo era medio cotizado, pero nadie engaña a nadie, si usted cae es porque usted quiere, puede haber 10 chavalas, pero usted toma la decisión”, analizó.

Arguedas contó que también recibió muchas invitaciones gratis a centros nocturnos, y ese era uno de los aspectos que más cuidaba, “ya que la fama es efímera”.

Le llevaron carta de amor

En su época como jugador del Saprissa, Kendall Waston tuvo que pasar una prueba, en la que se demostró que los futbolistas no tienen que hacer mucho esfuerzo para lograr llamar la atención del género femenino.

“Siento que les llama la atención una persona cuando lo ven por tele o así, no es como la persona común del barrio, hay como un plus. En Saprissa me llevaron una carta que decía que le gustaba, yo la acepté, y me fui, pero nunca tuve contacto con ella y no sabía quién era”, dijo.

Waston es sincero y acepta que es mucho más sencillo conocer una mujer cuando se práctica balompié. “Uno ve las miradas”, agregó.

“Hasta luego, suegra”

Si alguien puede hablar de lo que representa la tentación de las mujeres en su carrera, es el guardameta Adrián De Lemos, quien robaba suspiros en su pasado como jugador del Herediano.

“Una vez iba con mi mamá y pasó una señora mayor de 70 años, y le dijo a mi mamá: hasta luego suegra. A uno le aparece de todo, pero gracias a Dios puedo mantenerme tranquilo”, comentó el guardameta entre risas.

De Lemos contó que aunque no se considera un “bichito”, el hecho de jugar en la Primera División facilita el trabajo, ya que eso impresiona.

“A veces se abusa de esa popularidad, hay admiración de por medio”, aseguró.

“Hasta al más feo le salen”

El exmundialista de Italia 1990 Marvin Obando es más que claro: “las mujeres encuentran un atractivo mayor en un futbolista, ellas quieren estar con personas así, en esta profesión hasta al más feo le salen”, comentó el exlateral.

Y es que Obando conoció a su exesposa por medio del Deporte Rey. “A mí me salía lo normal, pero me casé a los 20 años, no tuve mucho chance de estar “jugando” en ese aspecto.

A mi exesposa la conocí por el fútbol, por accidente, un compañero me sacó de mi casa un día, era un amigo del barrio, ella era seguidora del equipo , y aparentemente me quería conocer y ahí comenzamos”, contó el exfutbolista del Herediano.

“Andan con uno por popularidad”

El defensa Richard Mahoney comentó que aprendió de las experiencias en su carrera como futbolista, sobre todo en su principal tentación como jugador, las mujeres.

“Fue en lo único que puedo decir que caí, quién no anda con una u otra. Ahora tengo un problema por ahí, pero por el resto lo manejé tranquilo”.

Richard es claro que la profesión del jugador es atractiva para el género femenino.

“Salen más mujeres, hay muchas que por el hecho de ser jugador y se pasa un buen momento, sienten que estando con uno, andan con el más popular”, añadió el padre de seis niños, quien agrega que su freno de mano fue el nacimiento de su primer hijo.

Álvaro Solano, el bohemio

El exjugador Álvaro Solano no esconde que en algunos momentos de su carrera deportiva, el mundo bohemio lo atrapó y llegaba a la 1 a.m. a la casa, con lo que este estilo de vida que le abrió el fútbol, fue a la postre una de las circunstancias que acabó con su matrimonio.“Fui fiestero, me daban la 1 a.m. en la calle”.

“Yo tenía una novia de muchos años, era muy fiel. Solo en algunos lapsos antes de casarme anduve por ahí, pero era muy equilibrado. Al final es claro que eso pesó en la decisión de mi divorcio”, añadió.

Solano confesó que en muchas ocasiones también llegó trasnochado a partidos importantes. “Perdí perspectiva dentro del fútbol”, concluyó.