Vivir Hoy
Sábado 4 de febrero de 2012, Costa Rica

Corazón partío

Odia las vacaciones

Karina Picado, psicopedagoga

karinavidasana@gmail.com

Mi esposa es como amargada, no le gusta pasear, ni los regalos, ni nada, incluso veo que se enoja para estas fechas o se deprime. Nos hecha a perder las fiestas.

No es normal que una persona no le guste el tiempo de ocio, muchas incluso no es que les disguste, sino que no se adaptan bien a tener que cambiar sus rutinas de trabajo. Incluso muchos experimentan síntomas físicos como dolores de cabeza o aletargamiento, porque sus cerebros ya están acostumbrados a tener estrés. Generalmente esto les sucede más a las personas sedentarias, que no hacen ejercicio físico regularmente contra la depresión. Otro aspecto a considerar a nivel psicológico, es que ella esté inconforme emocionalmente por algo que le sucedió antes y que tal vez ni esté consciente de ello, pero al tener que enfrentar a las personas en su casa, entra en conflicto y se frustra, lo conveniente es que ella pueda en privado hacer una lista de los conflictos que no se han solucionado y acudir con ellos a psicología.

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Mi esposo tiene el pene muy grande y largo, y siento que no le puedo dar todo el placer que necesita, porque mi vagina es más pequeña. ¿Alguna sugerencia para este problema?

Primero hay que analizar la capacidad de erección de él, si está logrando alimentar todo su miembro a nivel de presión sanguínea, estar lo suficientemente excitado para mantener esa erección hasta llegar al orgasmo. Si nota que no puede poner erecto todo el pene (de la raíz a la punta) y mantenerlo por el tiempo necesario, es bueno que vaya al urólogo para exámenes de rutina. Por su parte, lo primero que debe hacer es relajarse y disminuir la angustia por tener que mantenerlo erecto o eyacular en el tiempo deseado. Lo ideal es que entre ambos se exciten en las partes externas de sus genitales. Compartan más su comunicación y su amor junto con el sexo.