Nacionales
Domingo 19 de febrero de 2012, Costa Rica

Cerca de 11 mil toman la zona de Los Santos

Guaymíes dejan su esfuerzo en suelo tico

Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia

Dota y León Cortés.- Un día antes de dar a luz, la indígena guaymí Irma Gallardo Abrego, de 15 años, trabajó con ahínco en la finca cafetalera de David Montero.

El finquero se sorprendió al observarla, escasas 24 horas después del alumbramiento, cargando un canasto de café junto a Emilio, su marido.

Ellos forman parte de los 11 mil indígenas guaymíes que desde finales de octubre llegaron a Los Santos, Dota, León Cortés y Frailes en busca de trabajo estable, por unos meses, antes de regresar a su natal Bocas del Toro y Chiriquí, en Panamá.

Este numeroso grupo de ngöbes abandonará el país en las próximas dos semanas. Se irán cargados de trastes, mascotas y el dinero que ahorraron.

Con este comprarán reses para su comarca Ngöbe-Buglé.

Hace escasas dos semanas, miembros de esa etnia bloquearon la salida por tierra de Panamá en protesta por los desarrollos mineros en sus tierras.

Cientos de ticos quedaron atrapados en el vecino país.

Luis Alberto Mena, cura párroco de San Marcos de Tarrazú, comentó que la presencia de los guaymíes es muy buena, mutua y necesaria, por lo que la Iglesia ha hecho conciencia sobre el salario justo y las condiciones mínimas.

“Son parte de nosotros, aunque sea por un periodo. Vienen con la idea de trabajar y la mayoría arrastra una religión muy ligada a su cultura”, explicó.

Agregó que la mayoría labora para pequeños y medianos agricultores. En la zona no hay grandes hacendados. Su atuendo es muy básico: botas de hule, gorras y pañuelos alrededor del cuello.

Prefieren cocinar en piedras

Pese a que la mayoría de cafetaleros se esmera por ofrecerles algunas facilidades como cocina de gas y cañería, es normal que prefieran poner cuatro piedras y cocinar en el suelo, así como bañarse en algún río o riachuelo. También suelen pedirle al patrón estañones para hacer fogatas.

Con la experiencia de 12 años de trabajo con los guaymíes en su finca de 20 manzanas, en San Isidro de León Cortés, David Montero afirmó que es usual que le pidan el pago en dólares.

A los trabajadores se les dificulta hacer la conversión.

Entre sus anécdotas, el finquero recuerda la ocasión en que descubrió que un guaymí tenía dos mujeres, la vez que varios le señalaron una botella de guaro Cacique para que le arrancara la calcomanía del indio y observar que las mujeres se bañan con su traje típico de colores.

También es muy normal que algunos de ellos conozcan de carabinas. Las emplean para cazar zainos o tepezcuintle, carne que secarán para el invierno.

En la actualidad, por cada cajuela de café se les paga ¢1.000. Una familia con sus dos hijos puede coger entre 20 y 30 por día.