Dejar su tierra natal (Pérez Zeledón), y venir a cumplir su sueño de ser futbolista en el Valle Central, hizo que César Elizondo abandonara su familia.
Pero acá en San José encontró su nuevo hogar, el cual está compuesto por Daisy, una perra Schnauzer.
“La exdueña dijo que la perrita era el diablo, pero yo sabía que lo que pasaba era que se sentía sola. Sabía que era así por eso”, cuenta.
El amor de padre de César es tanto, que un día la rescató de un techo en el que se había subido. “Hasta a los entrenamientos la llevo”, agrega.
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