Deportes
Viernes 16 de marzo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Opinión

Aguilas y moscas

Roxana Zúñiga Quesada

Periodista

Con constancia, trabajo, tesón y empeño, Nery Brenes ha construido una carrera en el atletismo del planeta. El campeonato mundial obtenido en Turquía es un peldaño más en la persecución de su sueño: el primer lugar en las Olimpiadas de Londres a mediados de año.

Cuando hace unas semanas el corredor limonense sufrió dos traspiés en competiciones internacionales, las voces del mal sonaron sus tétricas trompetas.

Para esos eternos criticones, el deportista era casi un fiasco, una persona que recibe más apoyo que el resultado que produce. Y bla, bla, bla… el serrucho bien afilado, como es usual en el país.

Pero al conseguir brillantemente el título mundial, Nery repartió cientos de “calla bocas”. La alegría de verlo apoderarse de la pista, echar todas sus fuerzas y corazón a las piernas y coronarse campeón es indescriptible.

Solo las dos medallas de las hermanas Silvia y Claudia Poll en las justas olímpicas se comparan con ese torrente de sentimientos que se empozan en la garganta.

La felicidad que brinda un logro deportivo es bastante particular. Levantas los brazos, miras al cielo, brincas una y otra vez, como si el suelo estuviera repleto de serpientes; es una energía rara, electrizante, que lo llena todo.

Es que la razón pierde la batalla ante la emoción y ¡qué bueno que así sea!

Si Nery continúa concentrado en el objetivo, tiene la humildad de digerir y desechar las miles de hipocresías que vendrán, llegará al podio. La llave está en su mente, en su corazón y en su cuerpo; en el manejo inteligente del qué dirán y de la crítica corrosiva. Por eso me preocuparon unas declaraciones que dio en las que resalta a sus detractores. No, él no debe perder energía en eso…las águilas no comen moscas.