Opinión

Edgar Fonseca Monge, director de Al Día

efonseca@aldia.co.cr

Llenazo a reventar en Sol y Arena.

Lo mejor de la clásica del Puerto es que cada vez rompe récord de asistencia.

Esto refleja ese amor a toda prueba de los profesionales y amateur del atletismo por ese evento.

Esta fidelidad debería hacer redoblar a sus organizadores la atención a detalles claves como el de la hidratación que, pareciera, fue el lunar de la ocasión.

Algo tienen esos 10 kilómetros de El Roble a Puntarenas centro para atraer, a una avalancha de asistentes, entre inscritos y “colados”.

La Sol y Arena sigue siendo un reto para la ciudad de Puntarenas en cuanto a aprovechar más la convocatoria de miles de corredores y sus acompañantes y mostrarse con una superferia porteña, con lo mejor de la cultura, de su arte y del deporte.

Llenazo, también en el FIA, la joya urbana bianual del arte y la cultura tica.

¡Lástima que para ciertos eventos como el concierto del grupo boricua Calle 13 se escogió el sitio menos adecuado para albergar a 60 mil “fans”!

Aquello fue un maremagnum, sin espacio, ni sonido y culminó en un desmadre de basura.

… Y quedamos en deuda con Nery.

A su regreso de Estambul, después de convertirse en el nuevo amo mundial de los 400 metros bajo techo, alguien le improvisó un recibimiento.

Aparte del fogonazo publicitario de la Presidenta, el recibimiento no resultó como el atleta lo merece.

Amén de la espontaneidad del fondista que se lanzó a firmar autógrafos en el Santamaría, el resto del recorrido lo marcó, una caravana sin quilates mundialistas.

¡Lástima! Porque contamos estos triunfos a cuentagotas y ni hablar del premio en veremos, pleito del que Nery, mejor se hizo a un lado.