Deportes
Martes 27 de marzo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Rojas inició hoy su ascenso

Que la montaña no venza a Warner

Sofía Quesada Chavarría

squesada@aldia.co.cr

Sería su máxima hazaña y su gran meta, pero así de grandes son también los riesgos que corre al subir al techo del mundo.

Pérdida de peso, náuseas, mareos, trastornos del sueño y falta de apetito son algunos de los problemas que podría presentar Warner Rojas a partir de hoy en su ascenso al monte Everest.

Todas estas manifestaciones son producto del “mal agudo de montaña” que es la falta de adaptación del organismo a la falta de oxígeno (hipoxia) de la altitud. Ocurre normalmente a partir de los 2.400 metros de altura.

“Estoy consciente de todo lo que puede pasar. Conozco todos los riesgos, pero decidí tomarlos porque mi sueño también es grande”, afirmó Rojas.

El montañista nacional inició hoy su caminata hacia la cima (8.848 metros). La expedición de Rojas salió de Lukla, a 2.860 metros, por lo que desde ya podría presentar algunos síntomas.

Y es que su excelente estado físico, según los estudios que se le realizaron hace unas semanas en el Hospital Metropolitano, no previenen en absoluto este mal.

Según Felipe Herrera, médico a cargo de los exámenes, físicamente, y desde el punto de vista médico, Warner es capaz de llegar a la cima, pero no está libre de sufrir alguna complicación.

“Se le hicieron todo tipo de pruebas, todo salió bien y su capacidad es la adecuada. Sin embargo, esto no lo hace biónico, pero sí aumenta las posibilidades de que logre el objetivo”, señaló.

Las manifestaciones más graves (y potencialmente letales) del ‘mal agudo de montaña’ son el edema pulmonar (líquido en los pulmones) y el edema cerebral.

La falta de oxígeno

La concentración de oxígeno en la atmósfera disminuye con la altura, por ello, el consumo máximo de oxígeno de cada persona también descenderá.

Felipe Araya, fisiólogo del ejercicio de la Universidad Nacional, indicó que a partir de los 2.500 metros dicho consumo disminuye entre un 10 y un 25 por ciento.

“Entonces se reduce la eficiencia en el transporte del oxígeno, produce un trabajo mayor del sistema respiratorio y aumenta la frecuencia respiratoria”, dijo.

En muchos casos el oxígeno no llega bien a todos los tejidos y por eso se puede dar el congelamiento de dedos, orejas y nariz.

“Por ello es tan importante el periodo de aclimatación (para Warner será de 21 días) esto hace que haya ciertos cambios fisiológicos dentro del cuerpo que hagan que la persona se pueda adaptar a la altura y que no sufra mayores complicaciones”, agregó.

Los riesgos en la cumbre

Deshidratación. Al estar más cerca del sol y expuestos a la radiación, los escaladores tienen más riesgo de deshidratación, por eso deben ingerir 8 litros de líquido al día.

Carbohidratos. Por la altura y la baja temperatura, se utilizan más carbohidratos como fuente energética que grasas. Por eso la dieta debe ser rica en carbohidratos.

Más secuelas. Después de los 6.000 m se puede dar congelamiento (dedos, nariz y orejas). Además la masa muscular y la capacidad de reacción disminuyen.

Edemas Pulmonar. acumulación anormal de líquido en los pulmones. Cerebral: acumulación de líquido en los espacios intra o extracelulares del cerebro. Ambos pueden producir hasta la muerte.

Pérdida de peso. Rojas tiene sobrepeso que en este caso es ventajoso. En esta aventura puede perder hasta 10 kilos por lo que cualquier energía extra será de mucha ayuda.

Oxígeno. Después de los 7.000 metros de altitud la capacidad pulmonar se reduce en un 60 por ciento. A partir de los 7.500 m usarán un equipo de oxígeno.

Bien protegido. A 6.500 metros de altitud Warner utilizará el traje especial de plumas de ganso, ideal para temperaturas de -40 grados.