San José /AFP.- La presidenta costarricense, Laura Chinchilla, separó este viernes a su ministro de Transportes, Francisco Jiménez, por denuncias de corrupción de subalternos en la construcción de una polémica carretera de 160 kms cuestionada por Nicaragua.
Chinchilla explicó que, de acuerdo con las denuncias, dos altos funcionarios de dicha cartera "habrían recibido dádivas" de empresas que participan en la construcción de la obra paralela al río San Juan, en cuya primera etapa el gobierno invirtió 40 millones de dólares.
La presidenta aclaró en una conferencia de prensa que las denuncias involucran a funcionarios, pero no aluden directamente a Jiménez.
"Me reuní con él para analizar las denuncias y le pedí la renuncia. Hay fuertes indicios de corrupción", anunció Chinchilla, agobiada por denuncias recientes de irregularidades, una de las cuales provocó la salida del titular de Hacienda, acusado de alterar declaraciones de sus propiedades para pagar menos tributos.
"El gobierno no va a permitir que una obra que representa el simbolismo de la soberanía para el país vaya a ser utilizada para enriquecimiento ilícito de funcionarios o empresas privadas", prometió Chinchilla, que el 8 de mayo cumple dos años de gobierno.
La vía facilitará el desplazamiento de costarricenses que antes debían usar el río San Juan, de soberanía nicaragüense.
El gobierno de Nicaragua denunció a Costa Rica ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ), con sede en ese país, con el argumento de que las obras causan daños ambientales, en particular al río San Juan.
La CCJ ordenó a Costa Rica el 17 de enero suspender las obras para proteger el ecosistema del río.
Costa Rica desconoce los fallos de ese tribunal y ha reiterado que continuará los trabajos para concluir la obra.
"Me siento indignada por lo acontecido y les digo a los pobladores de la zona que no vamos a permitir que esta obra se paralice por los escándalos", insistió Chinchilla.
