Escazú. - Una auxiliar judicial se enemistó con su jefa inmediata, la jueza de Pensiones del Juzgado de Escazú, y en lugar de buscar una solución a sus diferencias, terminó amenazándola de muerte para que se marchara a otro despacho judicial.
La situación entre las dos funcionarias alcanzó ribetes de película de acción cuando la mañana del 12 de julio del año pasado alguien disparó repetidamente contra el Juzgado de Pensiones.
Fue a partir de ese momento que agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) intervinieron para esclarecer el caso y proteger así la vida de una funcionaria judicial, calificada en medios policiales como intachable.
Ayer, la Policía Judicial culminó sus pesquisas con tres allanamientos en casas ubicadas en el centro de Escazú y en Alajuelita.
Allí capturaron a un hombre y una mujer de 29 y 38 años. En el Poder Judicial rehusaron brindar detalles acerca del caso alegando que aún se encontraban en la fase de investigación.
Pese a ello, trascendió que se trata de una auxiliar judicial y su hermano, a quienes decomisaron desde celulares hasta tarjetas prepago y un arma de fuego.
“Un día después de ocurridos los hechos, la ofendida recibió una llamada en la cual le indicaron que se fuera de ese Juzgado”, reza parte de un comunicado de la oficina de prensa del OIJ.
Las autoridades sí confirmaron que los problemas entre la subalterna y su jefa surgieron debido a “problemas de índole laboral”, pero no especificaron de qué tipo, ni en qué momento se dan.
De la detenida, solo se supo que trabaja en el Poder Judicial desde hace varios años.
Anoche, permanecía a la orden de la Fiscalía de Pavas, junto a su hermano, a la espera de medidas cautelares. Debido a la gravedad de los hechos, solicitarían prisión preventiva contra ambos.
