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Magno refugio
La Basílica de Los Ángeles es desde ayer escenario de una multitudinaria demostración de fe y esperanza.
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Lluvia de fe
Nicolás AGUILAR / Al Día
Cartago. Ni el frío. Ni los aguaceros. Ni la distancia o el agotamiento.
Nada impidió en las últimas horas a millares de costarricenses movilizarse a esta ciudad a completar la tradicional romería a la Basílica de Nuestra Señora de Los Angeles. Hasta anoche no se reportaban incidentes de mayor gravedad. Las autoridades eclesiásticas estiman que más de 1.5 millones de personas, culminarán hoy la peregrinación.
Llegados de todos los rincones del país, hubo quienes recorrieron hasta 230 kilómetros a pie, bajo adversas condiciones climáticas, pero con el mismo propósito: agradecer un favor, un milagro concedido, o bien, en busca de fortaleza y alivio.
La ceremonia principal iniciará a las 9:30 a.m., y será presidida por el arzobispo Hugo Barrantes; participarán, además de otros obispos y decenas de sacerdotes de todo el país, el Presidente Abel Pacheco y todo su gabinete.
El jerarca de la Iglesia Católica costarricense, según fuentes eclesiales, para referirse a la desintegración familiar y a hechos de violencia que han conmovido al país, invitando a los costarricenses a buscar la paz por medio de un acercamiento auténtico con Cristo.
Un milagro
Digna Zúñiga Coto, de 44 años, vecina de Llano Grande de Cartago, acudió ayer a la Basílica para dar testimonio de un milagro. “Hoy me tenían que operar de un tumor maligno, pero la Virgen me curó porque vine el miércoles a pedirle su ayuda. Ayer me hice un ultrasonido y no me apareció nada. Yo tenía mucho miedo a esa operación pero ella hizo el milagro”. Doña Digna le contó su historia a todos los que pudo, frente al altar de La Negrita, para regresar a su casa feliz y agradecida.
Ejemplo para jóvenes
Ni la edad pudo con su fe. Juan Cristino Monge, de 85 años, caminó desde Puriscal para agradecerle por su ayuda y, sin muestras de cansancio, aseguró haber sido un “borracho perdido toda mi vida, pero la Virgen me sacó de ese infierno hace 20 años”. “Yo le recomiendo a los jóvenes, ahora tan perdidos, que se valgan de la Virgen para salir adelante y ser buenos. Que tengan fe y el milagro se les hace”, comentó.
En familia
Lizeth Mora Trejos dormía placenteramente camino a la Basílica, mientras que sus padres Julio Mora y Shirley Trejos caminaban a paso lento
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