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Doña Ana Lorena y su hijo Sebastián forman parte de las muchas familias beneficiadas con los programas del IMAS.
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Algo más que salud
Adrián FALLAS, Colaborador / Al Día
Un niño de tres meses necesita ocho latas de fórmula modificada por mes, lo cual demanda una inversión mensual de ¢25.824. Esto representa un tremendo gasto, pues el salario neto mínimo en Costa Rica es de ¢86.505.
Así lo reveló la ministra de Salud, María del Rocío Sáenz en el marco de la XII Semana Mundial de Lactancia Materna, el viernes.
Además del valor alimenticio de la leche materna y el ahorro que significa suministrarla, ésta establece sólidos lazos afectivos entre la madre y el hijo.
Para una familia de pocos recursos la lactancia materna representa un ahorro y esto ha dado impulso a varios programas en beneficio de las madres.
Instituciones como el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y la Caja Costarricense de Seguro Social cuentan con facilidades para las madres y sus hijos.
El IMAS brinda ayuda monetaria a las madres de bajos recursos y procura educarlas para mejorar su situación.
Para tal efecto el programa de hogares comunitarios del IMAS busca ayudar a las madres con niños menores de 6 años.
En estos hogares, que suman 378 en el país, el niño es atendido, mientras la madre trabaja o estudia, y ésta recibe un subsidio mensual de ¢20 mil.
Además de la ayuda económica, el IMAS procura fortalecer otras áreas, como la autoestima y formación para la vida.
La Caja cuenta con la iniciativa de “hospitales del niño, la niña y madres en Costa Rica, que consta de diez pasos a seguir desde el nacimiento del niño.
Este programa pretende inculcar en la madre la importancia de dar de mamar al recién nacido.
Salud
Según Saénz “la madre que da de mamar evita el cáncer de mama y de cérvix, pierde con facilidad el peso que aumentó durante el embarazo y previene la fractura de cadera”.
A los niños los protege de enfermedades digestivas, respiratorias, infecciones urinarias, de oídos y alergias, entre otras.
Si todos los bebés fueran alimentados con leche materna, añadió, se podrían salvar 1,5 millones de vidas en el mundo.
“La leche es una vacuna”
Ana Lorena Rodríguez, vecina de San Pablo de Heredia y madre de Andrey Sebastián, de 8 meses, beneficiada, como su hijo, por los programas de ayuda del Instituto Mixto de Ayuda Social, afirma haber recibido durante tres meses un subsidio de ¢20 mil, mientras asistía a cursos impartidos por dicha institución.
Actualmente, mientras trabaja, limpiando casas por horas, deja a Sebastián en un hogar comunitario, cerca de su casa, pagado por el IMAS.
Doña Ana Lorena considera que la leche materna es “una vacuna, nada la supera”. Y esto la ha impulsado a darle pecho a sus hijos.
Sin embargo, en los primeros meses no pudo darle de mamar al niño y las fórmulas preparadas que le suministró le causaron alergia al bebé.
Además, “la situación económica no me lo permite”, agregó.
Doña Ana comparte su casa con otras siete personas y, según relató, vive de lo que gana su hijo y del alquiler de la casa de la par.
“Nos tuvimos que pasar a esta casa, que se está cayendo, porque no se podía alquilar”.
Ella dice estar feliz con la ayuda del IMAS, aunque considera que debe salir adelante sola.
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