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Recuerdo
Los chinos no olvidan el gol que Mauricio les hizo en el Mundial. Wright dice que le preguntaron si no teme represalias de la afición por ese tanto.
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Conquista china
“Tengo un intérprete que me acompaña a todo lado”
Milton MONTENEGRO / Al Día
En China lo recuerdan como el defensa que les hizo un gol en el Mundial. El zaguero costarricense que convirtió el segundo tanto con que Costa Rica venció 2 por 0 a China.
-¿No le da miedo que la afición se meta con usted?, le dijo un periodista cuando fue presentado como el nuevo jugador del Shenyang Ginde.
Pero con una sonrisa, Mauricio Wright manifiesta que contestó en inglés, mientras un intérprete le indicaba al comunicador que “esas son cosas del pasado. Yo vivo el presente, firmé para este equipo y voy a mostrar mis condiciones”.
Eso fue hace una semana, cuando Wright firmó con el Shenyang Ginde, club con el que entrena y empieza a adaptarse.
Desde la ciudad de Shenyang, Wright habló vía telefónica con Al Día y comentó sobre esta nueva aventura.
Recién se levantaba y aunque aquí era lunes en la noche, en China el reloj marcaba las 8 a.m. de ayer, debido a las 14 horas de diferencia entre Costa Rica y China.
“Me siento bien. Tranquilo, aunque como es normal, tengo problemas con el idioma. Está bastante complicado, pero por suerte el club me proporcionó un intérprete, quien me acompaña a todo lado”, asegura Mauricio.
Wright agrega que el intérprete no solo está atento para indicarle lo que el entrenador desea en los entrenamientos, sino que lo traslada de un lugar a otro y le recomienda lo que puede comer.
“Está para ayudarme. Nos comunicamos bien porque hablamos inglés y en ese sentido es un alivio”.
Debuta el otro mes
Mauricio manifiesta que su paso al fútbol chino fue muy rápido, firmó hasta diciembre con el Shenyang y sólo espera que llegue el 20 de setiembre para debutar.
“A veces me pregunto cómo hice para estar aquí. No me arrepiento, pero todo fue muy rápido. Estoy a gusto, el chino es muy sociable, aunque por el idioma con los compañeros del equipo no he podido avanzar mucho. Pero no hay problema”.
El Shenyang Ginde es un cuadro que tiene cinco años en la joven liga china, que solo tiene nueve campañas de profesionalismo.
El conjunto es dirigido por Dragoslav Stepanovic, nacionalizado alemán. Además de Wright, el plantel tiene en sus filas al mediocampista brasileño Ratinho y el ghanés Ayew Kwane.
“Con ellos no he tenido contacto porque tenían unos días libres y llegan la otra semana. De momento entrenamos a doble sesión, vivo un poco lejos del sitio de las prácticas, una escuela que en realidad es un internado.
“Hay muchos niños de diferentes edades, donde aparte del estudio, les enseñan a jugar fútbol. Los padres visitan a sus hijos cierto periodo de tiempo, creo que una vez al mes”.
El estadio del Ginde es el Shenyang, tiene una capacidad para 55 mil espectadores y según Mauricio es bastante moderno.
Tras jugar en Costa Rica, Guatemala y Grecia con el AEK, Wright confía en destacar en China, aunque tiene claro que su escuadra no es de las fuertes.
“Sé que el plantel es de media tabla, pero últimamente lo han reforzado y se puede luchar por el título. Aquí la gente y la dirigencia esperan cosas importantes”.
Pero la pelea por el cetro no será fácil, sobre todo si se toma en cuenta que de nueve campeonatos disputados, siete los ha ganado el Dalian Shide, actual tricampeón.
Impresionado
Mauricio Wright espera sacarle provecho a los meses que tiene de contrato con el Shenyang Ginde y a su estancia en China, país que lo tiene impresionado por su belleza y la cantidad de gente en las calles.
“Es un mar de gente lo que uno ve en las calles, eso me impresiona. Sabía y había visto en televisión que en China hay mucha gente, pero no es lo mismo verlo en “tele” que estar aquí”, opina Mauricio.
Y no es para menos, porque Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, tiene una población de casi siete millones de habitantes.
“Donde uno camine siempre está lleno y las personas se trasladan en lo que sea, bicicleta, caballo, volantas o caminando. Pero es muy bonito, aparte de que los edificios llaman la atención”.
Lo que a Wright no le agrada o por lo menos le asusta un poco, es la forma de conducir de los chinos.
“Manejar aquí está duro, no hay reglas y cada quien se mete al carril que desee”.
Y respecto a las comidas: “Se come mucho marisco, pollo, cerdo y vegetales, es buena comida. No he probado nada extraño ni espero hacerlo, porque he ido a restaurantes con menú en inglés y si tengo duda, le pregunto al intérprete”.
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