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Pericles
Manuel Moas.
Doña Adela se reunió con sus sobrinos y dijo: “Hoy hablaré de Pericles, hijo de Jantipo, el ateniense vencedor de los persas en la batalla de Micala. Nació en el año 495 antes de Jesucristo y era de familia aristocrática, pero él era demócrata.
La Atenas de aquellos tiempos había llegado a un punto culminante en el pensamiento y las artes. Por esas razones, a esa era se le llamó Edad de Pericles o Edad de Oro de Atenas.
En aquel entonces, los atenienses practicaban la democracia directa. Los candidatos atraían con su oratoria a los ciudadanos para exponerles sus propuestas. El que ganaba en la votación desempeñaba por un tiempo el cargo de “Strategos autokrator”, persona que ejerce el empleo con autoridad ilimitada.
El ciudadano se expresaba y votaba en el ágora. La democracia es el único sistema equilibrado, ya que el proceso de elección se repite pasado un tiempo. El voto se ejerce con libertad y, por estar relacionado con los otros votantes, es asunto social.
También interviene la justicia ya que el derecho de votar es igual para todos, es decir, no existe diferencia entre los votantes.
La democracia directa es posiblecuando no son muy numerosos los votantes. De la democracia directa surgieron las posteriores en el mundo occidental.
Pericles fue un gobernante honesto y de talento, accesible hasta a los más humildes. Plutarco, el historiador, nos dejó un fragmento de un discurso de Pericles. “Todos somos buenos para decidir en los negocios del Estado. Es opinión nuestra que el peligro no está en las discusiones sino en la ignorancia”.
Sobrinos, anteriormente dije que para el ciudadano griego era muy importante la instrucción. Platón sugirió que el Estado de Atenas debía tener el monopolio de la escuela”.
En ese momento Antonio preguntó: “¿Cuántos años gobernó Pericles Atenas?”. Doña Adela respondió: “Treinta y dos años. Era reelegido por sus éxitos y llegó a ser considerado imprescindible. Estableció relaciones normales con los persas. La industria y el comercio volvieron a levantarse. La prosperidad hizo posible construir magníficos edificios en el lugar donde se encontraban los templos destruidos en la guerra.
En la Acrópolis, el Partenón dedicado a Palas Atenea, es un edificio considerado incomparable por su belleza. Todavía se puede apreciar a pesar de los estragos del tiempo,
En aquel tiempo, la civilización griega llegó al punto más alto, y solo en el curso de dos generaciones. Atenas contaba entonces con 25.000 ciudadanos”.
Al terminar doña Adela, Marianita exclamó: “¡Tía! Me gustaría tomar una excursión para conocer el Partenón, y allí pensar en lo que usted nos ha contado”.
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