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Dolor y destrucción
Un incendio destruyó dos viviendas ayer en la tarde en Barrio Cuba. Se presume que uno de los habitantes de una de las casas sería el responsable.
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Fuego devoró viviendas
Erick CARVAJAL MORA / Al Día
Más de 11 personas vieron ayer en la tarde en Barrio Cuba como el fuego destruía sus casas y se comía el esfuerzo de toda una vida.
El incendio dejó pérdidas totales en dos viviendas y una tercera quedó parcialmente afectada, con daños en su techo y cielorraso.
La alerta se dio a las 4:09 p.m. y se presume que un joven, quien residía en una de las casas, y, al parecer, padece de transtornos mentales, sería el culpable de este siniestro.
Algunos vecinos comentaron que antes de las llamas lo vieron salir, en paños menores, gritando que ya había prendido fuego a la casa.
Una hora después el joven fue detenido por oficiales de la Fuerza Pública.
“Salió en calzoncillos gritando que ya había quemado la casa. Él es un joven muy problemático, le pateaba la puerta a su mamá e, incluso, la amenazaba”, comentó Marlen Artavia, vecina de los afectados.
Luis Umaña, encargado de la emergencia por parte de los bomberos, dijo que el fuego ya estaba controlado a las 4:25 p.m., sin embargo las estructuras sufrieron daños considerables.
“No hay reportado ninguna persona herida, pero las pérdidas materiales son totales en las dos viviendas”, indicó Umaña.
El bombero explicó que desconocen las causas del incendio, pero que agentes del INS se están haciendo cargo de las investigaciones.
Mauricio Matarrita, uno de los afectados, comentó que si bien se perdieron muchas cosas materiales no hay nada más que lamentar.
“Por dicha todos estamos bien y ahora lo que queda es salir adelante”, agregó.
En una de las viviendas afectadas, de dos pisos, vivían las familias Barrantes Rojas, Matarrita Rojas y Godínez Barrantes.
En la otra residía Regina Torres, junto a su hijo, Álvaro, sospechoso de iniciar el fuego.
Crístopher Alvarado, otro de los afectados, explicó que en el momento de la alarma en su casa estaban sus sobrinos y todos salieron corriendo.
“Los vecinos nos ayudaron a sacar muchas cosas, mientras el fuego destruía las otras casas”.
Ayer ninguna de estas familias tenía definido que iba a hacer para enfrentar la situación. Sus pocas pertenencias fueron guardadas en una bodega.
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