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¿Querían más?
Eduardo Castro
Al Día publicó, el miércoles de la semana pasada, los resultados de uno de los mecanismos más depurados para efectuar un sondeo de opinión pública, denominado “voto experimental”.
Para aplicar ese mecanismo –probablemente, el que brinda resultados más cercanos a la realidad del pensamiento de los ciudadanos–, se consultó en sus hogares a un total de 2.204 personas.
Y los resultados eran los de esperar: dos terceras partes de quienes respondieron a la encuesta dijeron “sí” a la apertura de las telecomunicaciones, que algunos creen que son monopolio del ICE y las defienden para esa institución, aunque, en el fondo, las respaldan para mantener las gollerías de que han gozado durante muchos años.
Los resultados fueron categóricos: 64,5 por ciento se manifestó a favor de la apertura; y 35,4 por ciento, en contra.
Asimismo, el 16 de octubre, Al Día publicó los resultados, muy similares, de una encuesta telefónica hecha también por Demoscopía: 65,7 por ciento apoyó la apertura y la competencia en las telecomunicaciones.
Los números son claros, aunque quienes dicen defender al ICE los tratan de desvirtuar con el trasnochado argumento de que la encuesta no tiene validez, pues las preguntas con base en las cuales se efectuó son dirigidas.
Argumento harto falaz, tanto como que quienes lo esgrimen sean defensores del ICE. Esos señores son defensores de sus propios intereses, que se contraponen al mayor desarrollo del país.
No sigan, pues, “tomando” las calles capitalinas con los pocos que les quedan para continuar tratando de engañar a los costarricenses, y ganar, por las vías de hecho, lo que no pueden combatir con sólidos argumentos.
La suerte está echada. Los costarricenses queremos competencia en el ámbito de las telecomunicaciones, sin que desaparezca la otrora institución estrella del país.
Urge que los diputados tramiten los cambios legales que haya que efectuar, aunque, en mi criterio, lo primero que deberán buscar es qué base legal tiene el malatribuido monopolio de las telecomunicaciones en manos del ICE.
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