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Doña Ida Alfaro muestra por donde ingresaron los delincuentes y cómo rompieron el cedazo en la Iglesia de La Marina. Fotos José RIVERA / Al Día
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Golpe a templos
Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA / Al Día
Ciudad Quesada.- Varios templos católicos no solo han sido visitados por los fieles, sino también por algunas ovejas descarriadas que se han encargado de saquearlas y dejarlas sin imágenes, cuadros, candelabros y patronos.
Según datos suministrados por una fuente policial, en lo que va del año, y más recientemente, han recibido cerca de cinco denuncias por robos en centros religiosos católicos de la Zona Norte, aunque muchos otros se han dado en templos de distintas religiones.
La fuente aclaró que en más de una ocasión, los robos se dan varias veces en la misma iglesia.
El último caso, y uno de los más graves, fue el robo de tres imágenes, el sábado anterior por la noche, de la Iglesia de La Marina, de donde los ladrones se llevaron al patrono San Rafael, a la Virgen de Los Ángeles y al Cristo. Solo por este robo, las pérdidas superan los ¢500 mil (ver nota aparte).
Otro de los robos que se produjo, esta misma semana, fue en la Catedral de Ciudad Quesada.
De ahí y, aparentemente a plena luz del día, los hampones se llevaron dos candelabros.
Incluso, en esa parroquia ya estudian la posibilidad de cerrar las puertas durante el día y sólo abrir cuando haya misa.
En la parroquia de Zarcero también las malas ovejas se han llevado dos veces al patrono en este año.
En los últimos tres años, la Iglesia de San Francisco de La Palmera, según la Fuerza Pública, también fue visitada por los ladrones, así como un templo de otra religión en barrio La Cruz, de donde se llevaron instrumentos musicales.
Difícil detección
Para la fuente consultada, encontrar lo que se roban es difícil, pues muchas veces son sacadas del país y vendidas a coleccionistas. El botín también es comerciado con personas que se encargan de restaurarlas.
Según versiones, la mayoría de los robos se da durante la noche y en iglesias alejadas, lo que facilita el trabajo para los ladrones.
Los robos que se presentan en el día son aquellos donde los delincuentes sacan dinero de las alcancías, se roban candelas, candelabros y algunos otros artículos fáciles de esconder en la ropa o en una bolsa.
Ayer se intentó conversar con el Obispo de Ciudad Quesada, Monseñor Ángel San Casimiro, pero su celular estaba apagado y en su oficina indicaron que se encontraba en una reunión. También se trató de conversar con el cura párroco de Ciudad Quesada, Juan Miguel Castro, pero estaba confesando.
El director regional de la Fuerza Pública, Édgar Hernández, indicó que las recomendaciones para quienes cuidan las iglesias, es no dejar los instrumentos musicales o de sonido a la vista.
“¡Que tomen medidas preventivas para evitar este tipo de robos! Una vigilancia mayor y más cuidado con lo que dejan”, dijo Hernández.
Uno de los grandes problemas, según la policía, es la falta de vigilancia de oficiales contratados o de la misma comunidad en los templos, situación que facilita el trabajo de los hampones.
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En la iglesia de San Carlos se han producido varios robos, según confirmaron autoridades policiales.
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Robo histórico
Ciudad Quesada.- Los delincuentes se llevaron, de la Iglesia de La Marina, tres imágenes históricas que habían sido traídas hace 50 años a la Zona Norte, por los fundadores de la Hacienda La Marina, en San Carlos.
Así lo indicó ayer doña Ida Alfaro, quien es la encargada del cuido y mantenimiento del templo, el cual tiene la misma cantidad de años de creado.
“Nos sentimos muy consternados por esto, ya es la segunda vez que se meten a robar y creemos que va a ser muy difícil recuperarlos”, dijo la mujer.
Aparentemente, los delincuentes ingresaron a la Iglesia en la noche del sábado o la madrugada del domingo, rompieron el cedazo de una de las ventanas y sacaron las imágenes, posiblemente por la puerta trasera.
Las pérdidas por el robo podrían superar los ¢500 mil, según la señora, que mostró uno a uno los destrozos que hicieron los delincuentes.
“Los vecinos nos encargamos del cuido y la limpieza. Tiene que haber sido en la noche, porque nadie oyó nada”, añadió.
Según otro vecino, los hampones tienen que haber salido con las imágenes al hombro por la entrada principal, pues no hay huellas ni cercas forzadas.
Ahora esta iglesia se quedó sin imágenes, sin santos y sin patrono, hasta que encuentren lo robado, o bien, los vecinos se organicen para sustituirlos.
“Nos parece una total falta de moral esto que hicieron. La primera vez que se metieron, se robaron los micrófonos y el equipo de sonido. Ahora eso lo guardamos bien y se llevan las imágenes”, dijo Alfaro, quien vive frente al templo.
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