|
|
Miguel Huembes Torres cargaba en Veracruz, 15 kilómetros al sur de Managua, un grupo de cuadros que vende a 80 córdobas. José MELÉNDEZ / Al Día
|
Miseria: drama de millones
Managua/ ACAN-EFE. Los nueve obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua pidieron ayer a los políticos nicaragüenses, deponer sus intereses partidarios y personales por los de la nación.
El máximo organismo colegiado de la Iglesia Católica en Nicaragua divulgó ayer un mensaje de 11 puntos, en ocasión de celebrar la venida del “Hijo de Dios entre los hombres”.
Los obispos solicitan a los políticos deponer el interés partidista y personal a los del país, pues “urge que sean hombres de paz para superar los graves problemas que amenazan la dignidad de la persona, la familia, el matrimonio, la educación, la economía y las condiciones de trabajo, la calidad de vida y la vida misma”.
Apuntan que el hombre de violencia engaña al confundir su interés con los del bien común, conoce la verdad, pero no la dice, se inviste como justiciero, pero violenta la justicia, se enaltece como pacífico pero quebranta la paz, se proclama liberador pero es manipulador de conciencias y falso prometedor de abundancia.
Indican que las recurrentes crisis institucionales de los poderes del Estado en Nicaragua, es por la falta de voluntad por trabajar por el bien común, falta de verdad, descrédito contra el adversario, el chantaje, la intimidación y las insinuaciones de incertidumbre y de violencia.
“El sombrío drama de nuestra nación, clasificada como país pobre y altamente endeudado, nos debe preocupar y alarmar, no sólo para alcanzar la condonación de la deuda (externa de $6.500 millones), sino para buscar juntos un justo desarrollo”, agregan.
Los obispos desean paz a las familias, frente a los desafíos de la cultura de la muerte: drogas, pornografía, alcoholismo, violaciones, aborto, influencias ideológicas que exaltan el divorcio, las uniones libres, la ideología de género, la libertad sexual y la homosexualidad.
Asimismo, exigen a los gobiernos a respetar la dignidad de los emigrantes.
Entre líneas
En su mensaje, los obispos manifiestan que el Señor “nos trae un mensaje de paz y alegría para los tristes y afligidos en el pecado, de esperanza para frustrados y desanimados, de conversión para los alejados de Dios y de aliento para la reconciliación y la paz”.
Los obispos dedican especial énfasis de su mensaje de paz a los gobernantes, legisladores, ministros, partidos políticos y servidores públicos de buena voluntad.
Señalan que “el hombre de paz vive de la verdad y la sinceridad, es lúcido a las injusticias, las tensiones y conflictos, no agrava las frustraciones y las luchas, confía en las facultades superiores del hombre, en su razón y en su corazón e inventa caminos de paz que llevan a un resultado verdaderamente humano y duradero”.
|
