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Por la libre
La importación irregular de vehículos nuevos o usados se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la Policía Fiscal.
En la mira
De los 16 funcionarios de aduanas investigados en la actualidad por cuatro casos distintos, a cinco se les sigue un proceso de despido.
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Redes defraudan con autos
Gilda GONZÁLEZ / Al Día
Redes integradas por importadores de vehículos, agencias aduaneras y funcionarios públicos, están vinculadas con millonarias defraudaciones al fisco que, en lo que va del año, ascienden a ¢250 millones.
Conforme las autoridades, estas organizaciones han burlado los controles para pagar mucho menos de los impuestos establecidos a la importación de automotores nuevos o usados. Por ello, son indagadas por la Policía Fiscal.
En la actualidad, 16 empleados de aduanas son investigados como presuntos responsables de irregularidades que facilitaron la evasión.
“Hemos descubierto que hay mucha carencia de controles, y esto se ha venido dando año con año. Nos hemos metido de lleno en el tema y falta mucho por descubrir”, dijo Jorge Ulloa, miembro de la Policía Fiscal.
Juan Carlos Gómez, director de ese cuerpo policial, comentó que los funcionarios de aduanas vinculados con casos irregulares no confirman, por lo general, el valor real de los vehículos y sus respectivos impuestos, cuyos montos aparecen en el sistema informático VAVI (Valor Aduanero de Vehículos de Importación).
Vehículos usados
Las autoridades confirmaron, hace dos semanas, una defraudación con la importación de vehículos usados, que llega a ¢75 millones.
Los hechos se registraron en la Aduana Central, en San José. Luego de varios meses de investigación, se identificó la posible participación irregular de seis funcionarios.
De acuerdo con las investigaciones, 52 vehículos ingresaron al país con datos falsificados de su valor tributario y de la emisión de gases. Así fueron aceptados en aduanas e inscritos en el Registro Público.
“Vehículos de lujo que debían pagar hasta ¢1,5 millones de impuestos, pagaron solo la tercera parte. Los documentos eran falsos y lo pudimos detectar mediante la revisión de pólizas. Todo es parte de una red. Esta investigación la tenemos muy adelantada, y se va a proceder a buscar y decomisar estos vehículos”, manifestó Gómez. El caso ya fue enviado a la Fiscalía de Económicos y se vincula a una agencia aduanera.
Gómez afirmó que a los seis funcionarios se les inició una gestión de despido en forma paralela a la investigación penal del Ministerio Público.
“No hicieron el procedimiento establecido, con el agravante de que las pólizas de esos 52 vehículos no aparecen. Alguien las sustrajo de la Aduana Central. Sin embargo, se recuperaron unos documentos que nos ayudaron a investigar y a descubrir todo”. añadió.
“Gemeleos”
Otro caso descubierto recientemente fue el “gemeleo” de 50 pólizas. Importadores de vehículos utilizaron pólizas de otro tipo de mercancías como algodón, llantas y escritorios para introducir los automotores. Así, pagaron impuestos mucho menores. La defraudación al fisco es de ¢80 millones.
Al mismo tiempo, cinco funcionarios de la Aduana de Peñas Blancas, un empleado de una agencia aduanera y dos personas de apellidos Rodríguez y Acuña, son investigados por el supuesto ingreso ilegal de cuatro vehículos y varias partes de otros. Ello habría ocurrido el 4 de diciembre.
Los vehículos eran transportados en un contenedor, en el sector de Santa Cecilia de La Cruz, Guanacaste. El fraude se calcula en ¢5 millones.
Estos tres casos se unen a otro más. Hace un mes, ingresaron irregularmente 67 vehículos registrados en Paso Canoas. La importación del lote completo generó una defraudación calculada en ¢90 millones. Según el expediente de la Dirección General de Tributación, en cada uno de los casos se pagó un promedio de ¢1 millón menos de impuestos.
Al parecer, cinco funcionarios de la aduana de Paso Canoas, de apellidos Corrales, Segura, Ramírez, Salas y Morales, que ya fueron suspendidos de sus labores por el Servicio Civil, no consultaron el sistema informático VAVI para determinar el valor real de los vehículos, y se pagaron impuestos calculados en montos mucho menores.
Esta última investigación aún no termina y se le sigue el rastro a cinco agencias aduaneras que se encargaron de los trámites de importación, y a 12 importadores, dueños de los vehículos.
Menos impuestos
Entre los procedimientos para pagar menos impuestos a la importación de vehículos están los siguientes:
Modificación de algunas características de los vehículos.
Subfacturación, que consiste en falsificar la factura de compra en el país de procedencia del vehículo, poniendo un monto menor.
Falsificación del documento de emisión de gases y de los dictámenes del valor de tributación.
Según la policía, detrás de estas evasiones fiscales se esconde el trasiego de vehículos robados en otros países. De esta manera, se facilita la inscripción legal del automotor y se pierde el rastro de su origen ilícito.
De acuerdo con averiguaciones de la Policía Fiscal, en todos los casos hay una participación de funcionarios públicos en las aduanas, ya sea por negligencia o a cambio de una dádiva.
En algunos casos, se presentaron documentos de consulta al Valor Aduanero de Vehículos de Importación (VAVI) con sellos falsos, así como la firma falsificada de un funcionario de apellido Gómez, que labora en el Órgano de Normalización Técnica, encargada de actualizar la base del valor de ese sistema.
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