Sábado 27 de diciembre, 2003. San José, Costa Rica.



 

6,6 Richter

Le cuesta hablar. Tiene golpes en la cabeza, cara y brazos y un fuerte dolor abdominal. Johnny Alvarado, vecino de Ciudad Neily, yacía la mañana de ayer en una camilla en el parqueo del hospital local.

El sismo de 6,6 grados en la escala de Richter, registrado a la 1:11 a.m. del jueves, abrió una grieta en la carretera que él y su hermano Adrián no pudieron esquivar en su motocicleta.

Aunque el fuerte temblor tuvo su epicentro a 7 kilómetros al suroeste de Puerto Armuelles, en Panamá, las poblaciones del Sur de nuestro país también fueron afectadas.

Además:

  • “¿Dónde están las niñas?”
  • “Nadie durmió”
  • Franja sísmica
  • Golpe en puerto Armuelles
  • Declaran estado de urgencia
  • Susto en Limón
  • Un año movido
  • Con el corazón en la mano
  • Tras el movimiento, la Comisión Nacional de Emergencias constató que hay 26 viviendas dañadas en Ciudad Neily, Agua Buena de Coto Brus y en Laurel, específicamente en las comunidades de El Progreso, Conte Naranjo y El Roble.

    Además, hay algunos agrietamientos en la carretera del sector Naranjo-Laurel.

    Los médicos de Ciudad Neily atendieron a 21 personas –Alvarado entre ellas– con lesiones leves. Pero este centro médico sufrió daños estructurales, principalmente en el área de emergencias, por lo que se readecuaron otras secciones –incluso el estacionamiento– para atender a los pacientes. Ya se reubicaron a algunos de ellos en los hospitales de Golfito y Pérez Zeledón.

    En Neily no se ha suspendido el servicio de consulta externa y de internamiento en el hospital, aunque éste sufrió serios daños.

    La normalidad llega poco a poco a la zona: la mayoría de los negocios abrieron ayer sus puertas y, desde el jueves, varias cuadrillas del AyA restablecieron el servicio de agua potable en las zonas de Laurel, Naranjo y Zaragoza.

    Rónald Reyes, Director regional del ICE, manifestó que el servicio eléctrico está totalmente restablecido en la zona. Se recogieron algunos tendidos eléctricos y se cambiaron varios transformadores que sucumbieron, en Laurel y Ciudad Neily, ante el fuerte movimiento.

    También el IMAS efectuó un trabajo de evaluación socioeconómica de las familias afectadas.

    Al menos 300 réplicas

    Al menos unas 300 réplicas se han producido tras el fuerte sismo del jueves, con magnitudes entre 3,3 y 4,5 grados, en la escala Ritchter, según datos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori).

    De esas réplicas, dos de 4,1 grados se sintieron con fuerza ayer en la zona sur de Costa Rica, sin reportes de víctimas o daños materiales, informó el OVSICORI.

    “Se espera que las réplicas continúen presentándose, por espacio de hasta una semana, para desaparecer gradualmente”, detalló el Observatorio.

    El temblor de la Navidad alertó a casi todo el país pese a que ocurrió a las 1:11 de la madrugada, principalmente a las comunidades en la zona sur.

    Hay cuatro viviendas colapsadas en Laurel y una destruida en Alto Conte. Cinco más sufrieron daños parciales en Alto Conte y otras cinco fueron afectadas en Agua Buena de Corredores. Allí, otra casa fue derribada.

    El paso hacia la Zona Sur era regulado ayer, debido a daños estructurales en los puentes sobre los ríos Corredores y Colorado.

    Pero en Costa Rica no hubo víctimas mortales. La única fallecida por el temblor es una recién nacida –de 14 días– que murió aplastada por una pared de la habitación donde dormía en el poblado de Los Olivos, en Puerto Armuelles, Panamá. En ese país, 54 casas fueron seriamente dañadas, 24 de las cuales fueron destruidas.

    El jueves a las 5 p.m., un equipo de Al Día encontró en Laurel a dos vecinos de Puerto Armuelles. Venían en busca de comida y combustible. Ricardo Soto, quien presentaba una herida en su brazo derecho, narró que en su ciudad la situación es dramática.

    “Hay muchas casas en el suelo, prácticamente las carreteras están destruidas, con grietas enormes. Muchos puentes colapsaron y las personas están pasando por los ríos para poder salir”.

    Por eso, desde ayer al mediodía, la Cruz Roja Costarricense movilizó hacia Panamá equipo de telecomunicaciones, cuatro vehículos doble tracción, tres generadores portátiles de electricidad de 5 mil KWS y ocho tiendas hospital.

    Federico Güendell, del OVSICORI, señaló el jueves en conferencia de prensa que la zona donde ocurrió el temblor es históricamente sísmica. La Red Sismológica Nacional, en su página en internet, agrega que el movimiento tuvo origen en la zona de Fractura de Panamá, una serie de grandes fallas orientadas norte-sur y que están presentes en el fondo oceánico frente a las costas de Costa Rica y Panamá.

    De acuerdo con las autoridades locales, el gran sismo de la 1:11 a.m. se sintió muy poco en Guanacaste y el centro de Puntarenas, mientras que en Limón se reportó la caída de objetos, así como en Cartago, Alajuela y Heredia.


    3:40 p.m. del jueves. Cuando ocurrió el temblor, Claudia Patricia desconocía dónde estaban sus hijas María Fernanda y María Camilia. Todas resultaron ilesas, pero su vivienda fue muy dañada.

    “¿Dónde están las niñas?”

    Laurel, Corredores.- “Mis niñas, ¿qué se hicieron mis hijas?”, gritó con pánico Claudia Patricia Ramón Rueda, mientras la sacudía, fuertemente, el temblor de la madrugada de ayer.

    “El sismo tenía que parar en algún momento, sin embargo, no solo continuaba, sino que iba en aumento”, comentó la señora de 35 años, con dos de vivir en Costa Rica.

    A Claudia Patricia le desgarraba su corazón al desconocer como se encontraban María Fernanda y María Camilia, sus hijas de 11 y 10 años. Ella gritó, llamándolas, una y otra vez, en medio de una gran oscuridad porque, con los primeros movimientos producidos por el temblor, se interrumpió el fluido eléctrico.

    Claudia dormía, al momento del sismo, en la casa de huéspedes que tiene la Cooperativa Agroindustrial de Productores de Palma Aceitera en Laurel, comunidad agrícola fronteriza con Panamá, a unos 35 kilómetros de Paso Canoas.

    Alguien, en medio de la oscuridad la tranquilizó al manifestarle que las niñas las había sacado alzadas un amigo y que ya estaban sanas y salvas.

    “¡Nunca antes en mi vida había vivido algo parecido!”, aseguró la sicóloga para quien el segundo momento más difícil de esa madrugada fue resolver cómo iba a dejar la casa y buscar la puerta si, de antemano, ya sabía que había vidrios quebrados por todas partes.

    Además, desconocía el estado en que había quedado la casa.

    “A partir de ese interminable momento ya no pude volver a pegar un ojo. En mi caso, porque es obvio que me quedé sin casa y, en el de mis vecinos, por la gran angustia en la que quedamos todos”, comentó ayer por la tarde la sudamericana desde una casa vecina, desde donde podía observar lo que había quedado de la suya.

    Ella y las “Marías” nunca podrán olvidar la navidad del 2003 en Costa Rica


    Karol Mesén, vecina de Laurel, comentó ayer a las 3:30 p.m. que todo parecía caerle encima. “Estábamos aterrorizados”.

    “Nadie durmió”

    “Las réplicas no dejaron dormir a nadie. En un recorrido que hicimos en horas de la madrugada, encontramos personas levantadas fuera de sus casas, haciendo café y jugando juegos de mesa”, dijo el cruzrojista Marcos Valverde.

    Inclusive anoche, según explicó Valverde, se atendieron varias señoras con crisis nerviosa. “La población está muy asustada, el temblor los tiene en vela”, dijo.

    Erick Campos, vecino Naranjo de Laurel, explicó que nadie pudo dormir en la comunidad pues las réplicas fueron muy fuertes.

    Drama en Armuelles

    Periodistas de Al Día encontraron a dos personas de Puerto Armuelles, zona del epicentro del terremoto, en Laurel en busca de comida y combustible, a eso de las 5 p.m.

    Ricardo Soto, narró como la situación en Armuelles es dramática. “Hay muchas casas en el suelo, prácticamente las carreteras están destruídas, con grietas enormes, muchos puentes colapsaron y las personas están pasando por los ríos para poder salir”, dijo.

    Soto explicó que hay muchas poblaciones indígenas incrustadas dentro de la montaña con sus ranchos en el suelo.

    Soto viajaba con Tomás Olivo, en un pick up, y venía a buscar ayuda de las autoridades de emergencia de Costa Rica.

    “Necesitamos comida y combustible porque los establecimientos en Panamá están cerrados. Las réplicas son muy fuertes y mantenían alarmadas a la población” indicó Olivo, quien presentaba una herida en su cabeza.

    En el Hospital de Ciudad Neilly, atendieron alrededor de 14 lesionados, producto del despredimiento de algunas paredes de sus viviendas.

    Se abrió una grieta

    Jhonny Alvarado, vecino de Ciudad Neilly y una de las personas más afectadas, explicó que venía en moto con su hermano Adrian cuando de repente "se abrió una grieta enorme frente a nosotros y por más esfuerzo que hizo mi hermano para esquivarla nos fuimos en ella", comentó

    Alvarado estaba acostado en una camilla en el parqueo del Hospital de Ciudad Neilly que fue adecuado para atender a varios pacientes, pues algunas zonas del centro médico se encuentran colapsadas.

    Alvarado presentaba varias excoriaciones en la cabeza, cara y brazos, un tenía fuerte dolor abdominal.

    Adulina Torres, otra de las pacientes, dijo que estaba dormida cuando de repente sintió que le cayó parte de la pared de cemento en la cabeza.

    Torres presentaba una herida bastante grande a la altura de la frente y otras pequeñas en varias zonas de la cabeza.

    Otra persona afectada Carmen Alvarado, vecina de Naranjo de Laurel, dijo haber quedado practicamente sepultada.

    “Una de las paredes de su cuarto se le vino encima, quede sepultada entre los escombros, no podía moverme, no sentía las piernas, con gritos pedí ayuda, hasta que llegaron los vecinos a ayudarme”, indicó.


    Franja sísmica

    La ciudad panameña de Puerto Armuelles ya había sido epicentro de dos movimientos sísmicos muy importantes en los últimos doce meses.

    El 31 de diciembre del 2002, sufrió un sismo de 4,6 grados en la escala de Richter, mientras que en febrero pasado –el 14, 21 y 22– hubo más temblores, todos con intensidad superior a los 4 grados. Estos movimientos causaron algunos daños en la zona sur de nuestro país.

    En ese sector se han repetido movimientos en Punta Burica, Pérez Zeledón, Quepos, Dominical y Puerto Cortés, entre otros.

    “Ésta es una de las regiones sísmicamente más activas del país. Ahí tenemos tres grandes fuentes de sismos”, señala la página web de la Red Sismológica Nacional (RSN). Se refiere a la zona en que la placa del Coco queda bajo la Caribe, la Zona de Fractura de Panamá y la zona de fallas locales de dentro de la placa Caribe.

    En total, según los archivos informativos de Al Día, este año se han dado más de 30 temblores en Costa Rica, con magnitudes entre los 3 y los 4,5 grados, y muchos más de menor intensidad.

    El terremoto de Cartago, el 4 de mayo de 1910, es considerado el último evento sísmico catastrófico ocurrido en el país.
    En la historia

    En el resto del país, los sismos más significativos de este año tuvieron su epicentro en Sámara –4,8 y 5 grados– el 30 de enero y en Puriscal. Éste último se sintió en todo el país durante al menos cinco segundos y ocurrió el 16 de setiembre, con una magnitud de 4,5 grados.

    Otro gran sismo que afectó a nuestro país, según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI), fue el de Turrialba, el 10 de julio del 1993, con magnitud de 5,8 grados.

    Según la RSN, otros temblores importantes, posteriores al del Turrialba, son el de Quepos, el 20 de agosto 1999, de 6,9 grados, y el de Bijagua de Upala, el 27 de enero del 2002, de 5,4 grados

    “Ochenta y siete años han transcurrido desde que ocurrió en Costa Rica el último terremoto con proporciones catastróficas. Este evento ocurrió el 4 de mayo de 1910 y destruyó por completo la ciudad de Cartago. Tuvo su origen muy probablemente a lo largo de una falla intraplaca superficial ubicada en las cercanías de dicha ciudad”, explica la página web del OVSICORI (www.ovsicori.una.ac.cr).


    Triste navidad Para los habitantes de Puerto Armuelles no hubo una feliz Navidad. La presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, dijo que vio muchas casas en el suelo y personas con miedo.

    Golpe en puerto Armuelles

    Panamá/ AFP. El sismo de la madrugada de Navidad dejó una niña de 14 días de nacida muerta y 40 personas heridas en Puerto Armuelles, fronterizo con Costa Rica informaron fuentes oficiales,

    La menor víctima, que no fue identificada por los organismos de socorro, murió cuando una pared de su vivienda se desplomó.

    El sismo dejó sin agua potable ni luz eléctrica a ese puerto bananero, y la Presidenta, Mireya Moscoso visitó el lugar para ver sobre el terreno los daños ocasionados.

    “Aquí no hay feliz Navidad. Hay muchas casas en el suelo, viviendas destruidas, muchas personas con miedo y todavía sigue temblando”, dijo Moscoso en declaraciones a emisoras de radio desde el lugar del sismo.

    El sismo sacudió Puerto Armuelles y gran parte del país, así como el territorio de Costa Rica, cuando la mayoría de los panameños celebraban la fiesta de Navidad.

    El sismo, dijeron en Panamá, tuvo una magnitud de 6,6 grados en la escala de Richter.

    Atención médica

    El Director Médico del hospital Dionisio Arrocha de Puerto Armuelles, Luis Achurra, informó que en ese centro fueron atendidos 40 heridos, que presentaban golpes o fracturas. Cinco de ellos quedaron hospitalizados.

    También hubo reportes de personas que sufrieron desmayos, ataques de histeria y asma.

    El hospital sufrió daños en su estructura superior y funciona sin el suministro de agua potable, advirtió Achurra.

    El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) indicó que un estadio de béisbol fue seriamente dañado por el temblor.

    Las plantaciones bananeras del lugar no sufrieron daños en sus instalaciones y estructuras, pero ingenieros de la cooperativa de trabajadores que administra las plantaciones realizan diversas evaluaciones, dijo un portavoz del sector, José Morris.

    La Presidenta Moscoso confirmó que 54 viviendas resultaron seriamente dañadas en Puerto Armuelles, de las cuales 24 están totalmente destruidas, pero otro gran número sufrieron rajaduras y daños en su estructura.

    “Hay bastantes casas en el suelo. Hay gente que no quiere salir de sus casas y estamos haciendo las evaluaciones detalladamente”, dijo Moscoso, quien ordenó al ministerio de Obras públicas y Vivienda enviar personal de la capital para asistir a los damnificados.

    Olmedo Arrocha, cuya vivienda se desplomó tras el sismo en el poblado El Progreso, relató que “la tierra comenzó a temblar de menos a más, se fue la luz eléctrica y sólo pensé en mi mamá, la agarré y saqué y luego me puse a llorar”.


    Declaran estado de urgencia

    Panamá/ Acan-Efe. El Gobierno de Panamá declaró estado de “urgencia notoria” en la zona afectada por el temblor que el jueves causó un muerto, decenas de heridos y 655 damnificados en la provincia de Chiriquí, informó ayer una fuente oficial.

    “Esta medida permitirá agilizar la contratación de personal para la reconstrucción de viviendas, edificios e infraestructura dañadas por el sismo”, dijo el director del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), Arturo Alvarado.

    El funcionario explicó que la medida fue tomada ayer –tras descartar una declaración de emergencia– por la presidenta panameña, Mireya Moscoso, luego de visitar la región afectada por el temblor.

    El sismo, de 6,6 grados Richter, tuvo epicentro en tierra firme de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, a 22 kilómetros de profundidad entre la ciudad de David y Puerto Armuelles, según el Instituto de Geociencias de la estatal Universidad de Panamá.

    Alvarado apuntó que las más afectadas por el sismo son unas 14 comunidades del distrito de Barú, que incluye Puerto Armuelles, el más cercano al epicentro.

    En Costa Rica también se produjeron daños materiales como consecuencia del sismo, informaron autoridades de ese país.

    Un informe del SINAPROC indicó que en Panamá, además de la muerte de una bebé de 14 días, se registraron 28 heridos –aunque otras autoridades dijeron a la prensa que hubo unos 40– y 655 damnificados.

    Algunos damnificados están en albergues donde desde ayer se les suministra alimentos, refirió Alvarado.

    De 131 viviendas afectadas por el temblor, 10 fueron destruidas y 62 quedaron inhabitables, y todas serán reconstruidas o rehabilitadas, según el informe.

    Alvarado dijo que hoy está previsto comenzar el acarreo de materiales para la reconstrucción de casas, otros inmuebles e infra-estructura. El suministro de agua y energía eléctrica ha sido restablecido tras una suspensión temporal en algunas zonas, agregó.

    El fenómeno también causó agrietamientos y otros daños en cinco carreteras y nueve puentes, uno de los cuales ha sido cerrado temporalmente al tráfico, informó a la prensa el ministro panameño de Obras Públicas, Eduardo Quirós.


    Una vecina recordó momentos de angustia vividos durante el sismo, que daño 16 viviendas en el Sur. La entrevistó nuestro corresponsal Juan de Dios Flores.

    Susto en Limón

    Se sintió leve en Guanacaste y Puntarenas

    El temblor de la madrugada del jueves se reportó bastante fuerte en Limón. Allí se informó de caída de objetos y aunque no hubo daños, la población estaba muy asustada.

    “En toda la provincia se sintió bastante fuerte, pero sobre todo en la zona límite con Panamá”, explicó el oficial Jorge Vargas, de la Policía de Proximidad de Limón Centro.

    En Cartago, Alajuela y Heredia también se sintió el movimiento fuerte, sin causar daños

    En el Hospital de Ciudad Neilly atendieron 21 personas lesionadas. Hoy fue declarado inhabitable.

    Guanacaste y el centro de Puntarenas fueron los sitios en los que el sismo se sintió con menor intensidad. “Se hizo un rastreo en varios lugares como Nicoya, Santa Cruz y aquí en Liberia, pero no hay ningún reporte de que se haya sentido. Sí hubo reportes de un movimiento muy leve en Santa Rosa, Tilarán”, relató el oficial Pablo Víctor, de la comandancia de Liberia.

    El oficial Herbert Morales, de la comandancia de Puntarenas, señaló que los reportes tienen varias diferencias “Van desde moderado a fuerte, pero sí se sintió en toda la región.”


    Cruz Roja y autoridades de la Comisión Nacional de Emergencia movilizaron personal a la Zona Sur, a verificar la magnitud de los daños.

    Un año movido

    Movimientos sísmicos ocurridos en nuestro país en lo que va del año, con magnitud igual o superior a los 4 grados en la escala de Richter.

    30 de enero: Dos sismos en Sámara, de 4,8 y 5 grados.

    14 y 21 de febrero: Sismos en la Zona Sur, con epicentro en Puerto Armuelles: 4,3 y 4,2 grados.

    1° de abril: Puerto Cortés, 4 grados.

    23 de mayo: Nicoya, 4,3 grados.

    18 de junio: Puerto Cortés, 4 grados.

    10 de julio: Ciudad Cortés, 4,6 grados.

    4 de setiembre: Sismo en la zona sur con epicentro en David, Panamá, 5,7 grados.

    16 de setiembre: Puriscal, 4,5 grados.

    24 de octubre: Savegre Abajo de Aguirre, 4 grados.


    Con el corazón en la mano

    Rodolfo MARTIN, enviado / Al Día

    Golfito, Puntarenas.- Los vecinos de la Zona Sur, especialmente aquellos que viven en la zona fronteriza, amanecieron el 25 de diciembre con el “corazón en la mano”, como lo dijo Rafael Ramírez, un peón bananero. Él salió el jueves, en su bicicleta, a buscar posada para pasar la noche.

    “Alquilaba y al perder la casa no sé adónde podré irme a refugiar con mi mujer y mis hijos”, comentó con cierto tono de desesperanza este hombre de 43 años.

    Otros, al igual que él, también enfrentan momentos difíciles.

    A continuación, un resumen de algunos de estos testimonios:

    Luis Ángel Vega Vargas (26 años, trabaja en negocio propio): “¡Esto ha sido horrible! Imagínese mi estado de desesperación, saber que tenía que salvar a mi esposa Patricia (Valverde) y a mi hija Mayali de nueve años y no poder hacerlo porque el temblor cada vez era más fuerte y todo había quedado en tinieblas.

    “Pegaba contra todo lado, caminaba sobre vidrios quebrados. No sabía para dónde coger y la chiquita no paraba de llorar. No sabía cómo había quedado la casa. Inicialmente nos metimos dentro del carro a esperar que amaneciera. Al clarear, llegó el desconsuelo total. La vivienda había quedado inhabitable y, como si fuera poco, ahora había que salir a buscar adónde meternos”.

    María de Jesús Porras Jiménez (ama de casa): “Quiero que hoy (25 de diciembre) sea el día más largo de mi vida. Hoy, más que nunca, no quiero que llegue la noche. ¡No, por favor, no tan rápido! El susto ha sido muy grande para que otra vez nos vuelva a golpear. Usted no podrá imaginarse el caos que aquí se ha vivido. Mi casa no sufrió daños, sin embargo yo perdí todos los platos y vasos que tenía en el trastero. Acababa de llegar de una cena donde un hermano cuando de pronto se vino el terremoto. Todos nos asustamos mucho. Incluso mi mamá que vino a visitarnos”.

    Ubildo Ferrero (policía): “Esto fue una locura. La gente, en medio de la oscuridad, se tiraba afuera sin ningún control. Algunas personas lloraban, otras rezaban. Esto se lo cuento porque yo estaba libre, y regresaba a la casa después de haber compartido en una actividad familiar. Soy de Parrita, pero tengo como 25 años de vivir en esta zona y nunca antes me había tocado ver algo similar. Los vecinos continúan intranquilos porque sigue temblando”.

    Johan Alvarado: (Estudiante): “Aunque nuestra casa logró mantenerse en pie, difícilmente podremos continuar habitándola, está falseada. Con los primeros movimientos, el piso se abrió y se ensanchó aún más con las réplicas. Una de las fisuras que partieron la sala en dos viene desde allá (señala al frente y dirige su mirada a unos 25 metros de distancia, desde donde se divisa una enorme grieta que parte la calle). Lo increíble de todo esto es que, en el patio trasero, de pronto comenzaron a salir borbollones de agua y arena”.

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