Lunes 29 de diciembre, 2003. San José, Costa Rica.



 

El empresario Omar Chaves y el sacerdote Minor de Jesús Calvo, fueron transportados en el mismo auto, llamado “perrera”, hasta la Unidad de Admisión de San Sebastian. Llegaron a las 11:48 a.m. (Foto: José RIVERA/ Al Día)

Juez revela plan de muerte

Incrimina a Chaves y Calvo

Gilda GONZÁLEZ y Erick CARVAJAL / Al Día

El juez penal de Heredia, Víctor Mora Bolaños, estima que hay indicios “fuertes, precisos y concordantes” para presumir la supuesta participación del sacerdote Minor Calvo Aguilar y del empresario Omar Chaves Mora en el homicidio calificado en perjuicio del productor radiofónico Parmenio Medina Pérez.

Así lo consignó en una resolución que dictó ayer a las 00:25 a.m. en la que fijó seis meses de prisión preventiva contra ambos.

La resolución del juez –a la que Al Día tuvo acceso– se basa, entre otras pruebas, en el testimonio del colombiano John Gilberto Gutiérrez Ramírez, quien atribuyó a Calvo y a Chaves el supuesto financiamiento de la muerte de Medina.

Además:

  • El ardid de Radio María
  • Así mataron a Parmenio
  • Traslados
  • El juez califica a Gutiérrez como “testigo de la corona” usado por el Ministerio Público en el presente caso y quien descuenta prisión por dos secuestros extorsivos y ha sido investigado por la muerte de Medina.

    Aparte de Calvo y Chaves, el juez identifica como imputados en el caso a las siguientes personas: César Dionisio Murillo Martínez, ya fallecido, y a los supuestos miembros de su banda dedicada a asaltar personas en el país: Luis Alberto Aguirre Jaén, Rándal Eduardo González García, Juan Gabriel Carvajal Angulo y Adrián Chaves Matarrita. También figuran como coimputados Jorge Castillo Sánchez, Juan Ramón Hernández Pereira y John Gilberto Gutiérrez Ramírez.

    ¿Fuga?

    En el presente caso, el juez Mora también estima que por ser Calvo y Chaves personas de solvencia económica hay un peligro de fuga.

    El juez también fundamenta la medida en el peligro de “obstaculización” de las pesquisas, que el Ministerio Público estima puede darse en el presente caso.

    A criterio del juez Mora, ese peligro puede presentarse “debido al poder que tienen ambos, puedan intimidar o amenazar a los testigos del proceso”.

    Estas valoraciones las da el juez luego de resumir el contexto histórico en que ocurrió el homicidio de Parmenio Medina, consumado el 7 de julio del 2001 en San Miguel de Santo Domingo de Heredia.

    Mora hace una amplia referencia a la polémica por los programas radiales que dedicó Medina a cuestionar actividades del padre Calvo y del empresario Chaves en la extinta Radio María.

    El contrato

    Según la resolución: “ante la reiteración de las críticas del programa La Patada y la negativa del ofendido a dejar de transmitir sobre el tema referido, los co-indiciados Calvo Aguilar y Chaves Mora, le pidieron al imputado Jorge Castillo Sánchez que les consiguiera un contacto que les pudiera buscar un grupo de sicarios para darle muerte lo antes posible al señor Medina Pérez”.

    “En razón de lo anterior y por medio del encartado Jorge Castillo Sánchez, los aquí imputados Calvo Aguilar y Chaves Mora, a partir de marzo del año dos mil uno, contactaron a John Gilberto Gutiérrez Ramírez para que este a su vez, contratara a un grupo de hombres con el propósito de que estos le dieran muerte al aquí ofendido Parmenio Medina Pérez, tal y como lo habían acordado según se había explicado”.

    “En razón de ello y que Calvo Aguilar y Chaves Mora le indicaron a Castillo Sánchez que ofrecían pagar la suma de trece millones de colones, este le indicó a Gutiérrez Ramírez que se iba a pagar dicha suma además de viáticos, por darle muerte al aquí ofendido, por lo que este se dio a la tarea de buscar un grupo que cumpliera con los requisitos y el objetivo para el que fue contratado. Fue así como inició contactos con el jefe de una banda de asaltantes guatemaltecos denominada Banda del Sol con quienes no logró finiquitar ningún acuerdo. (...)

    “A raíz de lo anterior Gutiérrez Ramírez hizo contacto con el aquí imputado Juan Ramón Hernández Pereira, ... el cual aceptó participar junto con el primero en el contrato mencionado y fue quien se encargó de contactar, por su parte, a un grupo de individuos de las localidades de Cariari de Guápiles y Los Cuadros de Guadalupe para que estos le dieran muerte al señor Medina Pérez, según lo habían decidido como se dijo, los imputados Calvo Aguilar y Chaves Mora. ”. (...)

    Cita en Purral

    “La reunión referida, se concertó en un bar que está ubicado cerca de la Iglesia de Purral de Guadalupe, sin que por ahora se pueda precisar su nombre, y a la misma se apersonaron John Gilberto Gutiérrez Ramírez quien iba acompañado del testigo Luis Barrantes Goodwing, y los coimputados Jorge Castillo Sánchez, Juan Ramón Hernández Pereira y Dionisio Murillo Martínez (ya fallecido). En dicha reunión, tal cual lo habían acordado Calvo Aguilar y Chaves Mora, el aquí imputado Hernández Pereira le indicó a Murillo Martínez que había que matar al “sapo” de Parmenio y les ofrecieron pagarle por ese trabajo la suma de cinco millones de colones. Ahí acordaron que el acusado Gutiérrez Ramírez le conseguiría a Murillo Martínez y a su gente varias armas con las cuales perpetrarían el homicidio del aquí ofendido”(...)

    “Entre los meses de abril a julio los encartados Gutiérrez Ramírez y Hernández Pereira se reunieron aproximadamente en cuatro ocasiones para finiquitar los detalles del homicidio del aquí ofendido, siendo la mayoría de estas reuniones en la vivienda de Murillo, en la localidad de Guápiles, y en una de estas reuniones, éste le indicó que él y los co-imputados Carvajal Angulo, González García, Aguirre Jaime y Chaves Matarrita aceptarían efectuar el homicidio por la suma de ocho millones de colones, a lo cual accedió Gutiérrez Ramírez tal y como lo habían planeado Chaves Mora y Calvo Aguilar.

    “Una vez que Gutiérrez Ramírez le consiguió en la localidad de León XIII, un revólver calibre 38, marca Rossi con empuñadura de madera, este se reunió con los aquí co-ecartados Carvajal Angulo, González García, Aguirre Jaime y Chaves Matarrita, aproximadamente el primero de julio del dos mil uno acordando que el día sábado siete de ese año le darían muerte al señor Medina Pérez cuando este regresara a su casa de habitación, ubicada en Santo Domingo.


    Según el fallo judicial, los fondos recaudados en Radio María "irían al patrimonio del autor de esas acciones Minor Calvo y del cómplice Omar Chaves".

    El ardid de Radio María

    Juez: usaron emisora para encubrir presuntas estafas a los fieles

    Gilda GONZÁLEZ y Erick CARVAJAL / Al Día

    Las relaciones del empresario Omar Chaves y del sacerdote Minor de Jesús Calvo Aguilar en la desaparecida Radio María, así como los cuestionamientos hechos por Parmenio Medina en su programa “La Patada”, derivaron, según la resolución judicial conocida ayer, en el incidente de la muerte del periodista.

    Según el juez Víctor Mora, “a partir del 1 de marzo de 1999, la emisora Radio María de Guadalupe, dirigida por el acusado Minor Calvo, comenzó a transmitir. El subarrendamiento del imputado Omar Chaves, a Minor Calvo, se dio con el propósito de encubrir una serie de presuntas estafas a los fieles de la Iglesia Católica, seguidores del último, dada su investidura de ministro religioso. Minor había desarrollado un enorme carisma a través de los otros medios de comunicación, como lo fue el espacio denominado “Un minuto con Dios”.

    “El ardid consistió en poner la emisora al frente de la campaña cotidiana de recolección de fondos para “comunicar mensajes de paz, evangelizar a las familias, impartir el don del amor a los matrimonios, orientar a los jóvenes, servir a los más pobres y dar consejo a quien lo necesite”; pero en realidad, la mayoría de los fondos recaudados irían al patrimonio del autor de esas acciones, Minor Calvo, y del cómplice Omar Chaves.

    ¢200 millones

    “Grandes cantidades de dinero –se calcula que pueden ser más de ¢200 millones– habrían ingresado a las arcas de Radio María, así como bienes muebles donados por quienes pensaban que esas donaciones irían a obras de bienestar social para ayudar a los pobres.

    “Según el acuerdo de Minor Calvo y Omar Chaves, no se llevaron los registros contables que justificaran los ingresos y egresos de dicha emisora.

    “Chaves percibía muchos de esos ingresos y posteriormente le daba una cantidad a Calvo, o bien éste los recibía haciendo giros de hasta ¢100 millones.

    “A principios de agosto de 1999, el ofendido, Parmenio Medina, fue informado acerca de los malos manejos de fondos en la radioemisora. A Medina también se le informó del financiamiento dudoso de dicha radio por parte de Chaves, a quien se le señala de tener injerencia directa en las decisiones que se tomaban en el giro comercial y percepción de recursos de la emisora.

    “Además de esta información, se le dijo al periodista Medina que a pesar de su investidura de sacerdote, el acusado Calvo tenía acercamientos de índole homosexual con jóvenes de la parroquia de Paso Ancho, donde ejercía el sacerdocio.

    “A raíz de ello, Medina se dio a la tarea de investigar la información que se le dio y, una vez que hizo las averiguaciones del caso, dedicó los programas de “La Patada” –transmitidos por Radio Monumental todos los domingos a las 9 a.m.– para denunciar públicamente los dudosos manejos económicos de Minor Calvo, encubiertos tras la imagen de Radio María. Lo presentó ante el público como homosexual.

    También señaló lo cuestionable del financiamiento de Omar Chaves, pues afirmó que éste obtenía ganancias del giro comercial y de la operación de Radio María. Las denuncias se hicieron públicas desde el 25 de setiembre de 1999 y consecutivamente hasta el 1 de julio del 2001.

    Las transmisiones del ofendido Medina en su programa, ocasionaron un gran impacto en la sociedad costarricense, generando cuestionamientos sobre la moralidad de Calvo, los destinos de los dineros que ingresaban a las arcas de Radio María y el capital de Chaves. Según la víctima, no era justificable que éste financiara una emisora de orden católico.

    Calvo respondió a esos cuestionamientos en los medios de prensa. Negó tener conductas de carácter homosexual y que hubiese incurrido alguna malversación de los fondos de la emisora.

    Acuerdo económico

    “Cuando comenzaron las denuncias, en setiembre de 1999, Omar y Minor discutieron la posibilidad de llegar a un acuerdo económico con el ofendido para que éste detuviera las críticas en su programa.

    De esta forma, a principios de noviembre de 1999, el acusado Calvo llamó a Parmenio y concertó una reunión con él. Ambos se reunieron en la casa de habitación del ofendido (Medina), situada en San Miguel de Santo Domingo de Heredia.

    “En esa reunión, Calvo Aguilar le señaló al periodista que él no tenía relaciones irregulares con el coimputado Chaves Mora. Dijo que éste, simplemente, fue quien había prestado el dinero para la compra de Radio María y que se le pagaba por ese préstamo. Negó que había incurrido en manejos irregulares de los fondos y le aseguró que él no era homosexual. Tras esta conversación, Medina no detuvo sus críticas. (Entrevistas a Rodolfo Medina Castrillón, Lilliana Rivera Garbanzo, manifestación de Minor Calvo Aguilar del 18 de diciembre del 2003; entrevista del señor Parmenio Medina Pérez al diario Universidad del 6 de junio del 2001, prueba marcada número 6 b).

    “Las criticas constantes del ofendido Medina Pérez se incrementaron a partir de octubre del 2000, lo cual hizo que los coencartados decidieran volver a hablar con él en tres oportunidades para indicarle que no continuara con tales actividades.

    “Para ello, entre el período comprendido entre los meses de octubre del 2000 a finales de marzo del 2001, lo visitaron en su casa de habitación. En estas visitas, el encartado Chaves Mora le ofreció el pago de ¢500.000 mensuales de por vida para que dejara de hacer referencias a Radio María y a sus personas, ya que él tenía un negocio de por medio y que si él continuaba con las críticas ya referidas, ese negocio se le iba a caer. La última reunión fue el 22 de marzo del referido año, fecha en que Chaves Mora le ofrece más del medio millón de colones mensuales que antes le había ofrecido.

    El ofendido les indicó que él no aceptaba ese tipo de ofrecimientos”.

    “Antes de la visita de los aquí coindiciados Calvo Aguilar y Chaves Mora, del 22 de marzo del 2001, ante las expresiones y comentarios del ofendido Medina Pérez, los acusados habían decidido que si no lograban convencerlo de desistir, deberían tomar una medida más drástica: darle muerte” (Entrevista de Gonzalo Bonilla).


    Así mataron a Parmenio

    La resolución del juez penal Víctor Mora, indica que así ocurrieron los hechos el día del homicidio (7 de julio del 2001), del productor radial Parmenio Medina:

    “Según lo planificado y ordenado por los encartados Calvo Aguilar y Chaves Mora, el 7 de julio del 2001, al ser aproximadamente las 10 a.m., aprovechando que el señor Parmenio Medina Pérez se dirigió al estudio de grabación del programa La Patada, ubicado 100 metros oeste y 100 al sur del Parque de Tibás, en los altos del Bar Las Vegas, donde estuvo grabando el programa del domingo 8 de julio hasta las catorce horas, pero se quedó, en dicho sitio, hasta las 2:30 p.m.

    El encartado Hernández Pereira al ser aproximadamente, las 14:15 p.m. se presentó al Bar Las Vegas señalado y le preguntó a los señores Gerardo Curling Molina, quienes se encontraban, en el mismo, si el señor Medina Pérez ya se había ido o se encontraba en el programa, a lo que éstos le respondieron que aún estaba en dicho lugar.

    Una vez que el acusado Hernández Pereira se aseguró que el ofendido no se encontraba, en dicho lugar, lo esperó que éste saliera de ese sitio y empezó a seguirlo, siendo que una vez que el señor Medina Pérez, al ser aproximadamente las 14:30 p.m. salió del lugar, se introdujo a su automotor marca Ford, estilo Aeroestar, placas # 144821, color azul y gris, modelo 1990 y se dirigió a Radio Monumental, donde llegó al ser las 15 p.m. y, posteriormente, salió de ese lugar dirigiéndose a Santo Domingo a la casa de una abogada suya, donde permaneció hasta las 15:45 p.m.

    Al salir de la vivienda Parmenio Medina Pérez, en su vehículo de características señaladas se enrumbó por la pista de Guápiles siendo seguido, durante todo este tiempo, por el aquí justiciable Hernández Pereira quien tal como lo habían acordado y siguiendo las órdenes, que por medio de Gutiérrez Ramírez habían dado los acusados Calvo Aguilar y Chaves Mora, constantemente por teléfono les avisaba a los coimputados Aguirre Jaime; González García, Carvajal Angulo y Murillo Martínez.

    Al ser las 4 p.m. del citado día, el aquí ofendido procedió a introducirse en la calle, paralela a la pista, para ingresar a su domicilio ubicado en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, siendo que en ese instante el vehículo placas 218028, que era conducido por el acusado Aguirre Jaime, quien era acompañado por los justiciables Carvajal Angulo y González García, los que en ese acto procedieron a dispararle Medina Pérez con el arma ya señalada y otra arma, cuyas características se ignoran, logrando con esa acción herirlo en la cara despedazándole la lengua, desviándose el proyectil hacia su vena carótida, que le produjo minutos después la muerte, cuando fue trasladado al hospital Calderón Guardia, tal y como lo habían decidido y ordenado los aquí imputados Calvo Aguilar y Chaves Mora.


    Traslados

    Calvo y Chaves fueron trasladados, ayer a las 11:33 a.m., desde las celdas del OIJ de Heredia hacia la prisión.

    Los dos, quienes viajaban en una “perrera” judicial custodiada, ingresaron a las 11:48 a.m. a la cárcel de San Sebastián, en San José.

    Ahí se quedó Chaves. Posteriormente, a la 1:31 p.m., Calvo fue llevado al Centro Interinstitucional Gerardo Rodríguez Echeverría, en San Rafael de Alajuela, donde entró a la 1:54 p.m.

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