Martes 15 de julio, 2003. San José, Costa Rica.

Como antes Franklin Williams demostró que aún tiene buen toque. Ayer compartió con Rodrigo Kenton y los seleccionados.

Visita limonense

Franklin Williams, exseleccionado, le dio ánimos a la Sele

Milton MONTENEGRO Enviado / Al Día

Boston, Massachusetts. Cuando apareció en el campo de entrenamiento del Colegio de Ejecutivos de Babson, cuartel de la Triolor en Boston, todas las miradas se dirigieron a él.

Algunos preguntaron quién era, otros de inmediato lo reconocieron y no es para menos, porque pese a que dejó de jugar fútbol profesionalmente hace trece años, su figura sigue siendo la misma.

Se trata de Franklin Williams, exatacante de Limonense, San Carlos, Alajuelense, Maratón de Honduras, Cartaginés y Uruguay de Coronado. “Desde que salí de Costa Rica y vine a Boston, esta es la primera vez que estoy tan cerca de los jugadores de la Selección”.

“Al equipo lo observé en Miami frente a Guatemala, pero no tuve la oportunidad de tenerlos tan cerca como ahora. Eso me produce un enorme escalofrío”.

Con ganas de tomar el balón y efectuar algunos remates al arco, Williams aprovechó el momento para recordar cómo al igual que Fonseca, Bryce, Martínez, Wright y todos los seleccionados, él vivió momentos similares cuando defendió la camisa tricolor.

“Tengo grandes recuerdos y por eso sé que los jugadores actuales disfrutan este momento. Desearía que el tiempo retrocediera y volver a jugar como antes, porque el fútbol lo llevo en la sangre. Nací y vivo para este deporte”.

Consejo a Winston

Con su experiencia como exdelantero, Williams aprovechó para aconsejar a Winston Parks y después estrechar la mano de Rodrigo Kenton, asistente de Steve Sampson, quien durante su época también destacó como futbolista.

“Le dije a Winston que no se preocupe, porque sé lo que es errar un gol. Lo apoyo porque el delantero no tiene la intención de fallar. Pero a veces no hay forma de concretar, mientras que otros días a uno le pega la pelota en la espalda y es gol. Así es esto del fútbol, no siempre es igual”.

Tras saludar a unos y otros, muchos le preguntaron a Franklin cuál es el mejor recuerdo que le dejó su paso por la Selección.

La mayoría esperaba que mencionara aquel famoso gol que le hizo a Guatemala y que le valió a la Tricolor el pase a los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84.

“Todo el mundo cree que eso es lo mejor, fue un lindo momento. Pero para mí, lo máximo que viví en la Selección fue cuando debuté. Lo hice en Panamá, en el año 82, recibí un pase de Enrique Díaz y logré el gol del empate”.

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