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Gelet Martínez es graduada del Taller Nacional de Teatro y estudia filología clásica en la Universidad de Costa Rica.
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“Marisol” vino de Cuba
Gelet Martínez, actriz de La Pensión, se abre camino en la tv tica
Gabriela SOLANO / Al Día
Gelet Martínez llegó de Cuba hace nueve años y desde hace tres meses da vida a Marisol en la serie nacional La Pensión.
Esta joven, de 20 años, comenta, con una sonrisa, que su personaje televisivo nada tiene que ver con su propia manera de ser.
Su tiempo lo reparte entre la Universidad de Costa Rica, dos obras de teatro, el programa y su novio, el músico Ernesto Ramírez. Y no es fácil, afirma, combinar todo, pero hace un esfuerzo.
Por eso trata de empezar el día a las 7 a.m. a pesar de ser dormilona.
Su nombre, cuenta, nació de una anécdota simpática.
“Mi papá pensó que sería fácil de pronunciar, pero ni yo misma lo decía bien de pequeña. Cuando nací, mis padres no habían elegido nombre, la creatividad se les terminó con mi hermana”...
“Mi papá no podía estar siempre en el hospital porque no era permitido.
Así que mientras esperaba vio una película, y se topó con el nombre de una actriz llamada Gelet y quedó prendado del nombre, pero no sabemos cuál fue esa famosa película”.
Su nacimiento fue un suceso familiar.
No solo por la alegría que dan los hijos, sino porque ella venía sentada y con un ojo cerrado y el otro abierto.
Su padre, Frank Martínez, es abogado pero se dedica a otras labores; su madre, Gloria Frajela, es profesora de inglés, y su hermana Francis estudia baile flamenco.
Ellos son sus seres más queridos.
En otro cuerpo
En La Pensión, Gelet se transforma en la “tortera” Marisol. Eso sí, aclara que en la vida real no hace las mismas cosas que su personaje, pero admite que le han pasado algunos “pachos” por ser corta de vista.
“Soy miope, usaba anteojos. Por mi trabajo preferí ponerme lentes de contacto. El problema es cuando me los quito; agarro cosas que no debo, el otro día solté un vaso y ni siquiera sé dónde estoy”, cuenta.
Durante los tres meses en La Pensión, ha recibido el apoyo de sus compañeros del elenco, quienes le han dado consejos sobre la carrera de actuación.
Según la joven, existe un amplio espacio que separa al teatro de la televisión. Eso le exige poner más empeño a la hora de aprender sus diálogos.
“En el teatro tienes meses para leer la historia y el diálogo, lo que te permite aprenderlo e irlo variando. En la serie lo leemos miércoles, comentamos al respecto, y el lunes siguiente grabamos”. Pese a la responsabilidad que implica trabajar en la pantalla chica, esta joven cubana es incansable y aceptó sin problema participar en las obras Equus y El maravilloso mundo del cometa.
Para desestresarse, tras la intensidad del trabajo, de vez en cuando sale con sus amigos a una fiesta o se queda en casa junto a sus allegados y una buena copita de vino.
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