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En el Parque Juan Castro Blanco nacen gran cantidad de ríos, varios muy importantes, como es el caso del Tapezco.
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Saquean
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Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA / Al Día
Colaboró la corresponsal de Zarcero, Míldred MARÍN.
Ciudad Quesada.-El Parque Nacional Juan Castro Blanco, en San Carlos, está desprotegido y en peligro, debido a la caza de algunas especies que, incluso, ya están en peligro de extinción.
Además, gran variedad de flora exótica también es robada.
El director del parque, Juan Luis Méndez, aseguró que ya hay varias especies en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada.
“Especies como los quetzales, colibríes, jilgueros, pumas, venados, así como plantas ornamentales, flores exóticas (orquídeas y bromelias) y hasta el palmito se saca de la zona protegida”, dijo Méndez.
En el área hay falta de guardaparques, que protejan las especies.
El Norte/Al Día pudo comprobar la falta de vigilancia, pues al mediodía del viernes se ingresó al parque por la entrada principal sin ninguna autorización, permiso o registro.
Funcionarios del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE) reconocen la ausencia de vigilancia.
Aseguran que hace falta recursos destinados a proteger las más de 12.450 hectáreas, que conforman el Parque Nacional y que abarca territorios de Ciudad Quesada, Naranjo y Alfaro Ruiz.
Ese sector fue designado Parque Nacional en 1992 y, desde esa fecha, se convirtió en uno de los recintos de vida silvestre más grande y ricos del país.
La zona tiene invaluables fuentes de agua, pues ahí nacen los ríos más importantes de la Zona Norte, los cuales abastecen a miles de personas.
Allí nacen los ríos Toro Amarillo, Peñas Blancas y Tapezco donde se encuentran gran cantidad de proyectos hidroeléctricos.
Más problemas
La contaminación de las fuentes de agua con agroquímicos, así como la falta de controles en el manejo de desechos –lecherías cercanas– son otras de las amenazas que vive a diario el parque, según reconoció Méndez.
Según datos del MINAE, hay más de 30 denuncias por caza ilegal en esa zona y varias por contaminación de fuentes de agua.
La falta de controles, con concesiones de agua, representa un peligro para la calidad del agua que nace en el lugar.
El 70 por ciento del parque es de cobertura natural y el 30 bosque en formación, además, se constituye en la reserva de captación de agua más importante.
A pesar de tener una extensa área boscosa, el parque tiene un serio problema de deforestación, indicó Méndez.
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