Miércoles 30 de julio, 2003. San José, Costa Rica.

Tras “rebeldes del bosque”

Tegucigalpa/ AP. El presidente de Honduras, Ricardo Maduro, ordenó a la policía que arreste y encarcele a un grupo armado de presuntos defensores de bosques que apareció en la provincia de Olancho, en la región este del país.

“Ese tipo de actitudes proyecta una mala imagen del país al exterior, pues da la impresión que somos un estado donde la gente armada se toma la justicia por sus propias manos... y eso no es cierto”, dijo el mandatario el lunes en rueda de prensa.

“Rechazo la violencia de donde venga, de los que dicen defender el bosque o de los que lo explotan... y no permitiré la violencia de nadie”, agregó en declaraciones divulgadas ayer por la prensa local.

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  • Maduro aseguró que pidió al ejército que fortalezca los operativos en Olancho, porque esa gente parece guerrilleros zapatistas (de México) o de Sendero Luminoso (de Perú)... “y eso me preocupa, porque Honduras nunca ha tenido esa violencia, siempre ha sido un estado respetuoso de los derechos de los demás”.

    El mandatario se refirió así a un grupo entrevistado el lunes por el diario La Prensa, de este país, que anunció haberse armado para evitar la destrucción de los bosques de Olancho.

    Los supuestos rebeldes portaban fusiles rusos AK-47, tenían sus rostros cubiertos con pasamontañas y dijeron obedecer a su “Comandante Pepe”.

    Pero el sacerdote salvadoreño José Andrés Tamayo, a quien los industriales de la madera exigen al gobierno su expulsión del país, rechazó la existencia de los defensores del bosque.

    “Se trata de una estrategia de los dueños de los aserraderos para afectar la lucha de los ecologistas y desprestigiar nuestro movimiento”, alegó.

    Tamayo es el cura párroco de Salamá, ciudad de Olancho, y desde hace 20 años defiende los extensos bosques de coníferas de la región destruidos por madereros y mineros.


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    (Tomado de La Prensa, de San Pedro Sula, Honduras)

    Con el rostro cubierto por un pasamontañas y una AK-47 en sus manos, el “Comandante Pepe” aceptó hablar sobre el grupo armado que se ha levantado en las montañas de Olancho, Honduras, para defender el bosque.

    “Lo que pretendemos es que no se siga depredando el bosque ‘olanchano’, queremos que se ponga un alto a la tala inmisericorde de los árboles”, advirtió.

    “Podemos hablar de unas 10,000 personas”, alertó. “Tenemos más de 30 grupos armados en todos los municipios”.

    Hay cooperación “y nos apoyan desde El Salvador, Nicaragua, Guatemala y España”, explicó.

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