Miércoles 30 de julio, 2003. San José, Costa Rica.

Final anunciado Una mujer nicaragüense, de 35 años, fue ultimada a puñaladas antenoche en Limoncito de Puerto Limón. Los vecinos temían que sucediera la tragedia porque peleaba mucho con su esposo, único sospechoso del crimen.

Mató a esposa de seis puñaladas

Nicolas AGUILAR R., enviado, Juan SALAS y y Róger AMORETTI, corresponsales / Al Día

Puerto Limón. A diferencia de otros casos, esta vez el asesinato de una mujer no causó consternación ni revuelo entre los vecinos del barrio Limoncito de Puerto Limón.

“Sabíamos que una cosa así sucedería en cualquier momento...”, coincidieron lugareños al enterarse, a las 7 a.m. de ayer. de la muerte de la nicaragüense Martiza Jirón Pichardo, de 35 años, a quien ultimaron de seis puñaladas.

El presnuto autor del crimen, según el OIJ, es su esposo, un trabajador del muelle limonense de apellido Lara, de 42 años, quien amenazaba la mañana de ayer con suicidarse pero terminó entregándose voluntariamente a pedido de su madre, hemanas y varios sobrinos.

Además:

  • Medidas cautelares
  • ¿Protegida?
  • La mujer, quien había denunciado en varias ocasiones a su cónyuge ante el Juzgado de Violencia Doméstica de Limón, presentaba tres profundas heridas en el pecho, una más en el estómago y otra en el cuello.

    “La maté, la maté, no se qué me sucedió...”, gritaba sollozando Lara a las 6:45 a.m. de ayer cuando se dirigió caminando hacia la casa de sus familiares a solo 75 metros del inmueble donde yacía sin vida su esposa.

    Aunque anunció que se quitaría vida, lograron convencerlo para que asumiera su responsabilidad y, tras varios minutos de zozobra, llamó a la Fuerza Pública local para entregarse.

    Incluso, llevó a dos policías hasta un puente cercano donde había lanzado un cuchillo ensangrentado con el cual, supone el OIJ, mató a Jírón con quien se había casado cuatro años antes.

    Aunque tenían tres hijos, de 8 y 5 años, y uno más de solo 4 meses, ninguno se encontraba en la casa en el momento del crimen porque todos están a la orden del PANI desde hace algún tiempo.

    Según voceros del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), decidieron sacar a los menores del hogar por los supuestos problemas de alcoholismo que sufren Jirón y Lara.

    Incluso, el menor de las criaturas está en una albergue especial debido a su delicado estado de salud y debe recibir constante cuidados médicos especializados.

    La muerte de la madre no causó esta vez consternación en la vecindad porque muchos vecinos recordaron que “eso se vía venir” porque la pareja peleaba con mucha frecuencia. Incluso, algunas veces vieron a la mujer perseguir a Lara con un filoso machete, o bien, lanzarle piedras luego de acaloradas discusiones.

    “Mi tío era siempre el agredido y ella lo denunciaba para que lo detuvieran. Eso sucedió muchas veces, pero después iba y lo sacaba para vivir de nuevo juntos hasta la nueva pelea”, comentó ayer Roxana Lara, sobrina del sospechoso.

    Muchas veces recomendaron al hombre separarse de su esposa pero, tras las violentas peleas, aceptaba las discuplas de Jirón y volvían con ella a la misma casa.

    Antenoche fue la ultima discusión entre ambos.

    Según vecinos, a las 10 p.m. del lunes escucharon gritos, “lo que era normal en esa vivienda”, y nadie le dio importancia. Una lugareña aseguró haber escuchado a Maritza “quejarse muy feo” pero tampoco intervino porque “siempre era lo mismo”.

    A esa hora, estiman las autoridades, la mujer había recibido varias profundas estocadas y agonizaba tirada en el piso de su habitación.

    Lara, a quien vecinos recordaron como una persona tranquila y trabajadora, solía ponerse agresivo solo cuando tomaba licor, pero nunca protagonizó peleas con sus vecinos.

    Ayer, pemanecía al a orden de la Fiscalía limonense acusado de homicidio calificado. El Juzgado local dictaría seis meses de prisión preventiva en su contra.

    Mientras tanto, en la Corte Suprema de Justicia confirmaron que la mujer había denunciado en, al menos tres oportunidades, a su esposo por violencia doméstica y contaba con medidas de protección.. (Ver recuadro aparte).

    Aunque se le había ordenado a Lara no acercarse a su esposa, vecinos y familiares aseguraron que ambos convivían “normalmente” desde hace varias semanas.


    Medidas cautelares

    Puerto Limón. Aunque familiares y amigos de un hombre de apellido Lara aseguraron que su mujer lo agredía frecuentemente, en el Juzgado de Violencia Doméstica existen al menos tres acusaciones en su contra

    El hombre, incluso, no podía acercarse a la vivienda de su esposa quien contaba con medidas de protección, en firme, desde el 22 de mayo anterior, confirmó ayer Sandra Castro, periodista de la Corte Suprema de Justicia.

    Según la vocera judicial, ¨Maritza Jirón tenia en su poder una orden de protección para solicitar ayuda a la Fuerza Pública si su marido llegaba a molestarla.

    El Juzgado también impuso a Lara la “prohibición de no perturbar a la ofendida”.

    Pese a ello, el ahora sospechoso violentó esas disposciones legales y por eso hacía frente a dos causas por el delito de desobediencia a la autoridad, Incluso, el próximo 1 de setiembre estaba prevista una audiencia preliminar ante el Juzgado limonense por desobedecer lo dispuesto tras las demandas de su mujer.

    “De acuerdo con la información suministrada por el Juzgado de Violencia Doméstica, la pareja no vivía en la misma casa por lo que no había razón para conceder la orden de desalojo”, añadió la funcionaria.

    Pese a ello, vecinos consultados por Al Día aseguraron que Lara y Jirón se habían nuevamente reconciliado pero, como siempre, persistian los conflictos entre ambos.


    ¿Protegida?

    La ministra para la Condición de la Mujer de Costa Rica, Esmeralda Britton, confirmó que la víctima era una mujer nicaragüense que tenía medidas de protección contra su agresor.

    “De hecho, el PANI ya le había quitado los tres hijos que ella tiene, precisamente por situaciones de violencia intrafamiliar. Gracias Dios, porque sino en este caso hubiéramos tenido que lamentar otras muertes. Es una nueva muerte que tenemos que lamentar por las situaciones que se dan de la agresividad que se está viviendo en los hogares de nuestro país”, dijo.

    “La gran mayoría de los agresores viola las medidas cautelares porque actualmente eso no constituye un delito. La Ley de Penalización que está en la Asamblea Legislativa contempla esto como un delito y sería sancionada con cárcel la persona que transgreda las medidas de protección”, añadió.

    Mientras, el presidente Abel Pacheco abogó por un sistema de “agresores anónimos” para lograr “hombres que aprenden a controlar su agresividad”.

    “Es muy difícil porque son individuos que no reconocen que tienen problema, que consideran que todo es culpa de la mujer. Sin embargo, alguna esperanza hay que tener y este es un camino por el cual quizás podemos salvar alguna vida. Una vida que salváramos por este camino yo me daría por satisfecho”, añadió.

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