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Difícil retorno a casa tras incendio
San Bernardino, California/ AFP. Arrodillada sobre las cenizas, con la ayuda de un cernidor, una mujer trata de recuperar restos de sus joyas en lo que fue su dormitorio, a su regreso a la localidad californiana de San Bernardino, que debió abandonar a causa de un gigantesco incendio.
“Es la pérdida de recuerdos de toda una vida lo que hace mal”, se lamenta Carol Nelson. Hacía veinte años que vivía en la casa, calcinada por llamas de más de treinta metros.
Sheila Patterson tiene suerte: a algunos metros de allí, la casa a la que se acababa de mudar seis semanas atrás, está intacta.
Sólo media docena de casas subsisten en este barrio de San Bernardino, donde antes del incendio había sesenta.
“Me siento culpable -nuestra casa sobrevivió mientras que las de todos los demás se quemaron; en un sentido hubiera querido que también la nuestra hubiera sido destruida”, llora Patterson, de 52 años.
Ocho días después de haber sido castigados por las llamas, los habitantes comienzan a retornar a este barrio de Waterman Canyon, situado entre dos colinas boscosas, a 80 kilómetros al este de Los Angeles, y descubren la amplitud de los daños.
En lugar de sus lujosas casas, la mayoría encuentra ruinas en medio de las cuales el metal fundido deja adivinar los automóviles de gran cilindrada guardados allí. En este momento, todos toman conciencia de que no son sus bienes, por más valiosos que fueran, lo que más echan en falta.
A pesar de la magnitud del desastre, casi todos dicen estar decididos a volver, a reconstruir cuando sea posible, cualesquiera sean las dificultades, cualquiera sea el peligro.
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