Sábado 8 de noviembre, 2003. San José, Costa Rica.



El cuerpo de la niña Ana Isabel Chamorro Orozco fue encontrado por un vecino, a las 7 a.m., en las aguas del río Hule, en el barrio El Carmen de Río Cuarto de Grecia. Fotos Abelardo FONSECA / Al Día

Luto en Río Cuarto

Álvaro SÁNCHEZ, redactor y Édgar CHINCHILLA, corresponsal / Al Día
Colaboró Míldred MARÍN, corresponsal

Río Cuarto de Grecia.- Luto y dolor vive El Carmen de Río Cuarto de Grecia por el homicidio de la niña nicaragüense, Ana Isabel Chamorro Orozco, de 9 años.

Tras su desaparición reportada a las 5: 30 p.m. del jueves, fue encontrada ayer sin vida por un vecino, a las 7 a.m., a la orilla del río Hule.

Según evidencias policiales, estarían frente al asesinato de la pequeña, quien cursaba primer grado en la escuela de la localidad.

Además:

  • “Quiero verla, por favor”
  • “Era de lo mejor”
  • Ana Isabel forma parte de una lista de 25 menores asesinados este año por parientes, conocidos y extraños.

    Dos hombres fueron detenidos ayer y llevados a la Medicatura Forense, de San Joaquín de Flores de Heredia, para someterlos a los exámenes de rigor.

    Unos 30 policías de la Fuerza Pública, el OIJ, 80 pobladores y la policía canina participaron, desde el jueves por la tarde, en una intensa búsqueda en las montañas de la zona, cuando se dio la alerta.

    El aviso lo dieron su madre, Reina Chamorro, y su padrastro, Evenor Luna García, ambos nicaragüenses, quienes esperaban su llegada a la casa a eso de las 3:30 p.m.

    Sin embargo, después de encontrar pertenencias de la niña, tiradas en un camino y buscarla, por su cuenta, dieron la alerta a la policía a las 5:30 p.m.

    Info: "No llegó"

    Versiones policiales indican que la menor pintaba junto a varios compañeros y su maestra, María de los Ángeles Mesén Mejía, la malla de la escuela que recién instalaron.

    Por esa razón, la niña se cambió de ropa y se pudo un pantalón corto rojo y una blusa blanca.

    A las 3:15 a.m., la niña salió junto a otra compañera del centro educativo, según la educadora. Sin embargo, se separaron, aproximadamente, un kilómetro antes de llegar a su casa.

    La madre y el padrastro de la menor encontraron los zapatos de la escuela, el bulto y el uniforme a unos 500 metros antes de llegar a la casa. También se encontraron confites, lo cual aumentó las sospechas de los familiares de que algo terrible había ocurrido.

    La última persona que vio a la niña fue un vecino, quien manifestó que no vio nada extraño en la menor.

    “Ella caminaba rápido para su casa, no vi nada extraño y por eso no le tomé importancia”, comentó el hombre.

    Jorge Rojas, director del OIJ, aseveró ayer que uno de los detenidos, de nacionalidad costarricense, vive en una zona cercana al lugar donde se localizó a la niña.

    Según el funcionario de la policía judicial, el hombre llevaba alguna ropa mojada.

    Además, el físico del hombre coincide con la descrición que dan algunos testigos de una persona que se acercó a la niña unos 500 metros antes de llegar a su casa.

    El hombre se encuentra detenido, mientras los investigadores continúan recabando pruebas.

    “La madre dijo a los agentes que no tienen problemas con nadie ni han recibido amenazas. Habrá que esperar una semana para ver el informe de medicatura forense y dejar que avancen las indagaciones. pues no hay una causa concreta”, agregó Rojas.

    Escenas macabras

    La policía encontró el cuerpo de la menor boca abajo a la orilla del río Hule. En el lugar había huellas de adulto, por lo que se presume que hubo algún tipo de forcejeo, explicó Juan Aragón, de la Fuerza Pública de San Carlos.

    “Ella tiene un golpe en su cara, del lado izquierdo, que nos hace presumir que la menor quiso regresar a su casa y el asesino la golpeó fuertemente dejándola inconsciente. Luego la tiró al río y podría haber muerto ahogada”, dijo Aragón.

    La fiscal de Ciudad Quesada, Alba Campos, informó que “el cuerpo no lo tocamos mucho, ya que simplemente lo sacamos, con cuidado, para no alterar la escena, luego lo enviamos a San Joaquín de Flores”, dijo Campos.

    Consternación

    Vecinos, familiares y compañeritos de Ana Isabel estaban muy consternados por su muerte, ya que una situación como ésta nunca de había presentado en ese sector.

    La familia de la pequeña tenía cerca de tres meses de vivir en barrio El Carmen y eran poco conocidos, comentaron varios vecinos.

    La maestra de la menor aseguró que era buena estudiante y muy colaboradora. Por esa razón se ofreció a pintar la malla de la escuela.

    “Cuando pasan estas cosas uno no sabe qué pensar, si los niños están seguros”, dijo Mesén.

    Esta es la segunda desaparición y muerte de un menor en la Zona Norte.

    El primer caso fue el del niño Greivyn Oporta Martínez, de 8 años, ocurrido el 11 de marzo anterior, en Cutris de San Carlos.

    Pero a nivel nacional la violencia contra los menores no da tregua, pues también se registra la desaparición y muerte de Kattia Vanessa González Juárez, quien salió de su casa el 4 de julio.

    Días después, su cuerpo fue encontrado debajo del piso de la vivienda de un vecino suyo, de apellido Sánchez, quien enfrenta cargos por homicidio.

    Hay otros casos que aún son un misterio para la policía, como son los de Jéssica Valverde Pineda y Francisco Sánchez Potosme, quienes tenían 6 y 7 años, respectivamente.


    Desesperada Reina Chamorro no pudo contener su ira y desesperación ayer, a las 11:15 a.m., mientras esperaba que el cuerpo de su hija fuera levantado.

    “Quiero verla, por favor”

    Desesperación, intranquilidad y rabia. Esos sentimientos los conjugó Reina Chamorro, la madre de la niña que apareció muerta ayer.

    Mientras esperaba en una ambulancia, cerca de su casa, en el sector donde encontraron las pertenencias de la menor, habló unos minutos con Al Día, luego de enterarse que a su hija la encontraron muerta.

    “Nos preocupamos porque no llegaba entonces salimos a buscarla. Ella nunca duraba mucho de la escuela a la casa, pero siempre viajaba un trayecto sola”, comentó la madre, quien debió recibir atención médica en la clínica de Río Cuarto, por los momentos de angustia que estaba pasando.

    “Quiero verla, por favor. Entiéndanme. Es mi hija, yo quiero verla”, decía la madre a los policías cuando le informaron de la muerte de su niña.

    “Esto no puede ser, ¿dónde está? Llévenme por favor”, pidió la madre.

    Esta familia tenía escasos tres meses de vivir en la zona, pues anteriormente radicaban en San Ramón, según familiares.

    Búsqueda

    Un hermano de la madre y otros allegados salieron de Cariari de Guápiles la noche del jueves cuando se enteraron de la desaparición de la niña.

    “Hasta ahorita que venimos llegando nos enteramos que apareció muerta. Nosotros nos organizamos y nos preparamos para venir a ayudar en la búsqueda”, manifestó Santos Chamorro, tío de la niña.

    Los vecinos de Río Cuarto de Grecia se mostraron sorprendidos con este hecho, máxime que se trató de la muerte de una menor.

    Reina, la madre de la víctima, tenía poco más de un mes de haberse unido a Evenor Luna García.

    En la casa, además de la niña y ambos adultos, vive otro joven de unos 15 años.

    “La niña era muy callada, muy especial con todos. Uno no se explica por qué pasa algo así”, reclamó el tío.


    Ana Isabel Chamorro Orozco, de 9 años, cursaba el primer grado en la escuela de El Carmen de Río Cuarto de Grecia. Esta fotografía fue tomada hace dos meses, durante un funeral.

    “Era de lo mejor”

    Todos la recuerdan como una niña colaboradora, estudiosa y llena de alegría. “Sí. De lo mejor era Ana Isabel Chamorro. Ella obtenía calificaciones que no bajaban de 90”, comentó su maestra María de los Ángeles Mesén Mejía, de la escuela El Carmen.

    La pequeña apareció ayer sin vida a las 7 a.m., en una orilla del río Hule, en El Carmen de Río Cuarto de Grecia.

    “Era sobresaliente en sus notas y personalidad”, añadió la educadora.

    La gran mayoría de los estudiantes de este centro educativo caminan, en promedio, dos kilómetros para llegar a sus casas, incluso, la niña que apareció muerta ayer era la única que vivía en ese sector, el cual es un poco solitario en los últimos 700 metros, ya que no hay viviendas y la calle es de lastre.

    El sitio es montañoso y está rodeado de potreros. La carretera principal está a unos dos kilómetros de la escuela.

    Solitarios y peligrosos

    Asimismo, el sector donde apareció la menor es solitario y, según la madre, no es posible que haya llegado ahí sola.

    “Muchos de los niños caminan pocas veces acompañados de un menor y distancias un poco largas, sin duda, eso es peligroso”, dijo la maestra.

    La misma situación la viven cientos de estudiantes de escuelas y colegios rurales y de la misma Área Metropolitana donde ya se han presentado casos de rapto de menores en el tramo de sus casas al centro educativo.

    “Siempre salen temprano, como a las 11 a.m., pero ayer nos quedamos pintando la malla que recién se puso. Por eso, salimos tarde, como a las 3 p.m.”, agregó la docente.

    Según vecinos, la niña no tardaba más de 20 minutos de la escuela a la casa. Ayer, según testigos, la menor pasó a un abastecedor cercano a comprar un boli, después de ahí se dirigió a su casa.

    | PORTADA | NACIONALES | SUCESOS | OPINIÓN | SOCIEDAD | OVACION | EL NORTE |
    | INTERNACIONALES | SERVICIOS | USTED OPINA | PURA VIDA | ESCRIBANOS |

    © 2003. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr

    EDICIONES ANTERIORES