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Herpes genital
* Dr. Mauro Fernández
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El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual, producida por un grupo de virus llamados virus del herpes. El 70 por ciento de las personas que lo tienen no relatan ninguna molestia, mientras que en el porcentaje restante se producen unas lesiones tipo vesículas que se revientan y dan lugar a una costra color miel sumamente ardorosa, que tiende a durar de siete a diez días.
Estos herpes son los responsables de las típicas lesiones bucales que la gente llama fuegos y las lesiones genitales son idénticas a estas lesiones orales.
El problema con el herpes es que es sumamente infeccioso. Se sabe que el riesgo de contagio de una mujer que ha tenido relaciones sexuales con un varón infectado con lesiones es cercano al 85 por ciento, y el riesgo de contagio de una hombre que ha tenido relaciones sexuales con una mujer infectada con lesiones oscila entre el 50 por ciento.
Desafortunadamente, este virus también se puede transmitir aun cuando la persona no tenga síntomas y en ausencia de penetración. Así, con el roce de los genitales y las caricias con la boca o las manos se puede dar el contagio.
Esto explica por qué la enfermedad se transmite aun en aquellas personas que son muy estrictas con el uso del preservativo.
Las lesiones aparecen de manera caprichosa casi siempre cuando haya un descenso en las defensas del individuo, por eso el herpes es más común cuando hay fiebre o alguna otra enfermedad. En un grupo pequeño de pacientes, el herpes se convierte en un verdadero martirio porque las vesículas aparecen varias veces al año y, en algunos casos, varias veces al mes.
En otros pacientes, los brotes están en estrecha relación con los cambios anímicos, de manera que ante preocupaciones, tensión o situaciones depresivas, el herpes hace su aparición.
Al día de hoy no existe un tratamiento que elimine el herpes del cuerpo. Sin embargo, existen varios medicamentos antivirales que disminuirán el número de brotes al año, la duración del brote y la intensidad de los síntomas.
Cuando los brotes son muy frecuentes, están indicados cambios en el estilo de vida, como por ejemplo asumir una faena deportiva, dietas ricas en frutas y verduras, así como la ingesta de líquidos y hasta terapia de relajación.
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