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María Cristina León, de 40 años, madre de Kembly, narró a los jueces las amenazas que recibía su hija. La escucha al fondo el fiscal a cargo del caso, Érick Martínez. Juan de Dios FLORES / Al Día
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Testigos incriminan a acusado
Juan de Dios FLORES, corresponsal / Al Día
Colaboró Gilda GONZÁLEZ
Tres de los cuatro testigos que declararon ayer en el primer día del juicio por el homicidio de Kembly Vanessa Jiménez León incriminaron en los hechos al compañero de la víctima, de apellido Solano.
La madre de Kembly, María Cristina León, de 40 años, María Pérez, salonera del restaurante donde ocurrió el crimen e Ivannia Domingo, amiga de la víctima, coincidieron en sus relatos en que la muchacha había sido amenazada de muerte en reiteradas ocasiones por Solano.
Incluso, Domingo contó, cómo la noche del 12 de febrero, el acusado llegó al restaurante donde también laboraba Jiménez y en sus manos llevaba una arbaleta envuelta en una sabana y luego le disparó el arpón.
El arpón se le introdujo a la víctima por uno de sus ojos. La mujer, madre de una niña que tuvo con Solano, falleció en el Hospital Fernando Escalante Pradilla, de Pérez Zeledón.
“Durante mucho tiempo amenazó a mi hija, la maltrataba mucho y la dejaba encerrada en la casa sin comer. Mi hija le tenía mucho miedo porque siempre afinaba esa lanza (arbaleta) y él le decía que cualquier cosa se la iba a disparar. Yo le decía a mi hija que no trabajara porque la iba a matar”, relató doña María Cristina León.
En el momento de los hechos, Kembly tenía puestas contra su compañero sentimental cuatro denuncias por agresión doméstica y amenazas.
En el juicio, que se inició a las 2:04 p.m., Solano se abstuvo de declarar ante los jueces Paul Hernández Balmaceda, Vinicio Castillo Serrano y Edwin Duartes Delgado.
Ivannia Domingo detalló al Tribunal de Golfito que ella escuchó en varias ocasiones cuando Solano amenazaba de muerte a la muchacha. “Kembly me decía que tenía miedo que él la matara”.
El cuarto testigo fue el oficial de la Fuerza Pública, Minor Bustos, quien llegó de primero al sitio de los hechos y se encontró con la joven sangrando en el piso de la soda Chila, frente al Depósito Libre de Golfito, donde ella tenía tres días de laborar como cajera.
El debate se suspendió a las 5 p.m. para reanudarse el próximo lunes, con la presencia de más testigos.
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