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Don Benidencio Cordero (derecha) hace, junto a varios ayudantes, estos venados con tiras de pulpa de madera que corta cuidadosamente con una sierra. Él tiene cerca de 10 años de dedicarse a esta actividad. Rafael PACHECO / Al Día
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Venados de madera
Álvaro SÁNCHEZ / Al Día
Con la “basura” de la madera, Benidencio Cordero elabora verdaderas obras de arte desde hace cerca de 10 años.
Los venados son sus figuras favoritas, aunque ya incursionó en la confección de pasitos para Navidad.
Estas figuras que él elabora, usted se las puede encontrar sobre la carretera Bernardo Soto, unos tres kilómetros después del peaje de Naranjo.
Son de color blanco y amarillo y están hechas con sobros de la madera que él corta finamente en tiritas con una motosierra.
Para completar una de esta figuras tarda un día, pues debe hacer un esqueleto, luego empezar a colocar las tiritas de la madera y después amarrar con una especie de cuerda de pescar.
“Es un trabajo muy bonito y lo mejor de todo es que es un invento mío”, asegura don Benidencio.
Larga trayectoria
Comenta que en 1994 inició su carrera en la confección de este tipo de figuras, pero con ramas de ciprés.
“A la gente le gustaban mucho, pero el problema es que se secaban y cambiaban de color. Entonces me di a la tarea de buscar un material que no tuviera ese problema”, dijo el inventor.
Tras varios intentos, dio con la pulpa de la madera, la cual bien picada en tiritas es muy resistente y flexible.
Así prosperó su negocio, que le ha llevado a vender cerca de 18 mil venados sólo el año anterior.
“La mejor época es del 12 de noviembre al 12 de diciembre, por la cercanía de la Navidad, ya que las figuras son especiales para decorar. Éste año las ventas han bajado un poquito, pero tuve la suerte que un extranjero se llevó 300 para vender en los Estados Unidos y a la gente le gustaron”, comentó Cordero.
Muchas de sus creaciones andan por todo el país, pues la mayoría de las personas que pasan por su negocio se llevan uno o dos venados.
“Aquí pasa gente de Pérez Zeledón, Limón, para Guanacaste y muchos pasan a ver las figuras y las compran, pues en realidad son muy baratas”, añadió.
El negocio de don Benidencio ha crecido mucho. De hecho, en cuestión de un año ya se hizo de 50 empleados que le ayudan a crear mayor cantidad de venados y más rápido.
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