Martes 18 de noviembre, 2003. San José, Costa Rica.



Esperanzado El padre Luis Enrique Delgado, según sus abogados, se muestra esperanzado de que al final prevalecerá la verdad y todo se resolverá a su favor.

Acusan al padre Delgado

Griselda SANABRIA, corresponsal, Rodolfo MARTÍN / Al Día

Alajuela.- El sacerdote Luis Enrique Delgado Quirós fue acusado formalmente por nueve delitos de abusos sexuales contra persona menor de edad, informó el Departamento de Información y Relaciones Públicas de la Corte Suprema de Justicia.

“Lo primero que hay que aclarar es que no hay nueve ofendidos. Esta noticia nos tomó por sorpresa porque, cuando estábamos seguros de que habría un sobreseimiento por falta de pruebas, la fiscalía optó por acusar”, declaró anoche la Ana Lucrecia Quirós, defensora del sacerdote.

Al consultarle si el padre estaba enterado de la noticia, respondió que desde el lunes trasanterior, momento desde el cual han estado en casi diario contacto.

“Es obvio que en su interior hay dolor porque con la decisión de la fiscalía es volver a revivir toda esta pesadilla. Sin embargo, el sacerdote está muy convencido de que, al final, todo saldrá bien”, aseguró la profesional.

Quirós y el codefensor Rafael Gairaud le recomendaron al padre no hacer declaraciones hasta tanto el asunto no termine, porque sus palabras, eventualmente, podrían ser tergiversadas por los periodistas y acarrearle problemas.

“Además, por su misma salud mental. No obstante, le reitero que él tiene toda la fe puesta en El Señor y esa paz nos la transmite a nosotros”, puntualizó la abogada Quirós. Los ofendidos son dos hermanos, menores de edad y por esta razón sus identidades permanecen protegidas.

La defensa habría presentado prueba que el Ministerio Público de Alajuela no quiso valorar en esta etapa, aseguró la profesional en derecho.

Las acusaciones contra el padre surgieron al finales de agosto del año pasado, después de que el religioso se vio envuelto en una extorsión por la cual pagó ¢12 millones.

Delgado es una persona muy conocida en Alajuela, no solo por la celebración de la tradicional Hora Santa, sino porque también impulsa reconocidos programas de asistencia social.

El obispo Hugo Barrantes, antes de asumir el arzobispado de San José, instó a la ciudadanía a guardar prudencia y no olvidarse que “toda persona es inocente hasta que se le compruebe lo contrario”.

Una actitud similar asumió el obispo de Alajuela, monseñor Rafael Barquero, bajo cuya jerarquía está Delgado.

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