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Vamos a la guerra
Ovidio Muñoz
Quiero ver si, de verdad, este Gobierno está dispuesto a defender una causa que sí es justa, relacionada con las penurias de la gente, no con cuentos de armas químicas invisibles.
En La Habana, frente al malecón, un letrero grande dice: “Por la vida, no al bloqueo”.
Se refiere, está claro, a la torpe medida con que Estados Unidos trata de asfixiar a Fidel Castro desde 1962.
Está de más decir que no pudo, pero hay que decirlo.
La realidad demostró el nulo poder del bloqueo para quitarle el poder al mandatario cubano.
Sin embargo, sirvió para hundir a una parte del pueblo en la escasez y la necesidad. Ésa ha sido su función en cuarenta años.
Un día de éstos, una amiga habanera me contaba sus penurias: faltan las medicinas, el jabón, la pasta de dientes...
No es algo nuevo, los cubanos se enfrentan a esa situación desde hace varios años, agravada por el colapso del comunismo.
Para millones de ellos, cada día es un nuevo reto, un encuentro con la incertidumbre, a veces con la desesperanza.
Por eso, quiero ver si este Gobierno, que nos metió en una coalición para defender los intereses de Estados Unidos, empieza una batalla de justicia.
Por mi amiga cubana y por quienes, como ella, tratan de sobrevivir con quince dólares mensuales, llamo a la guerra.
Le pido al Gobierno –aunque mi condición de ciudadano honesto me permite exigírselo– que combata el bloqueo, y que haga oír su voz en favor de los que sufren.
Si a punta de torpezas nos puso en la lista de la Casa Blanca y se creyó la historia fabricada en Washington para invadir Iraq, debe hacer algo inteligente para que, al menos, se sepa que muchos en Costa Rica estamos en desacuerdo con ese bloqueo tonto.
Yo lo estoy porque conozco a los que sí padecen sus consecuencias. He hablado con ellos y sé sus luchas.
Para mí tienen nombre y apellido, y son jóvenes como yo, y poseen anhelos y merecen, en honor a los mejores principios de este país, que alguien los defienda.
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