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Francisco Zúñiga hizo la mayor parte de su trabajo en México, donde vivió por más de sesenta años.
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Vuelve el maestro
Sexta escultura pública de Francisco Zúñiga se devela hoy en el Museo de Arte
Ovidio MUÑOZ / Al Día
Las palabras del maestro se hacen realidad hoy. Francisco Zúñiga, el más grande de los escultores costarricenses –y uno de los más grandes del continente– decía: “lo importante es que la obra salga a la calle y se ponga en contacto con la gente”.
Eso va a ocurrir cuando sus “Tres mujeres caminando” sea develada en el Jardín de Esculturas del Museo de Arte Costarricense, en La Sabana, a las 11 a.m. en un acto abierto al público.
Esta pieza, de 1981, se une a las que desde hace años enriquecen espacios públicos del país. Quizá la más simbólica y familiar para los costarricenses es la “Maternidad”, que acurruca a su niño pequeño frente al Hospital de la Mujer.
Al menos es la que estuvo rodeada de polémica. En 1935, Zúñiga ganó con ella el primer premio en la Exposición Centroamericana de Artes Plásticas.
Pero (¡nunca faltan!) un grupo de gente pegó el grito al cielo y el jurado cambió de opinión. “Ellos querían una especie de virgen, más bien, tenían esa idea. De todas maneras, con el escándalo que se hizo, se anuló el premio y no me pagaron ni siquiera los trescientos pesos que me ofrecieron”, dijo el escultor en una entrevista de 1991.
A pesar del disgusto, y gracias al apoyo de algunos amigos, él pudo llevar su obra a la piedra; antes solo existía una maqueta de barro.
México lo adopta
En 1977, siendo también ministro del ramo, Guido Sáenz intentó mover la “Maternidad”. “Con la anuencia de él (Zúñiga) quise pasarla cerca del Parque Nacional, pero hubo una manifestación popular masiva. Me pararon con carteles en los que la escultura decía ‘no me saque de aquí’. Fue algo conmovedor y gracioso”, recuerda.
La obra se quedó en su sitio, pero no sin antes reacomodar el espacio que la rodeaba para que pudiera verse mejor. “Esa figura me ha dado mucho éxito. Todos los libros que han salido últimamente sacan esa maternidad de primera. A los críticos que la han visto les gusta mucho. Le dedican artículos especiales”, afirmó Zúñiga en la misma conversación en el 91.
En 1936, el artista dejó su patria rumbo a España, pero la guerra civil en ese país lo ancló en México. “Se fue a los 23 años, pero era un maestro, iba con todos los ingredientes, formado. México le amplió el panorama, le sirvió de catapulta, y eso no hubiera pasado si no sale de Costa Rica. Es uno de los grandes de la escultura del siglo veinte”, dice Sáenz.
En la conversación del 91, el artista dijo que “yo tuve mucha suerte.
Varios escultores vieron las fotos que traía y quedaron encantados. Me decían: ‘usted es el mejor escultor extranjero que ha venido a este país y que nosotros hayamos conocido”.
A pesar de su lejanía geográfica, Zúñiga mantuvo un vínculo estrecho con el país por medio de las obras que hizo para espacios públicos.
Ahí están la “Maternidad”, el Monumento al Agricultor, en Alajuela; “La Familia”, frente al edificio del INS en San José; “Evelia con batón”, en el Ministerio de Cultura, y la figura solitaria del expresidente Rafael Ángel Calderón Guardia en la Plaza de las Garantías Sociales.
Una obra maestra
La lista crece con “Tres mujeres caminando”, donada por la empresa Philip Morris, la segunda obra que se instala en el jardín diseñado por el escultor Jorge Jiménez Deredia.
“Es uno de los conjuntos escultóricos más importantes de Zúñiga. Habla del tiempo, de las edades... las mujeres viejas van, la joven viene, no son figuras estáticas, es una pieza extraordinaria”, afirma José Miguel Rojas, curador del Museo de Arte Costarricense.
El Jardín de Esculturas se inauguró el 30 de junio de este año cuando la obra “Imagen cósmica”, de Jiménez Deredia, fue develada por él mismo.
Para construirlo fue decisivo el impulso de la Asociación Amigos del Museo de Arte (AMARTE), que trabaja de la mano con esa institución para conseguir obras nuevas para el lugar.
Nadie tiene prisa en que los 24 puestos se llenen. Todos aseguran que en el jardín solo estarán los mejores.
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