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Paquito D’ Rivera demostró gran virtuosidad, gracias a sus instrumentos favoritos, el saxo alto y el clarinete, ayer en el Teatro Nacional. Allen CAMPOS / Al Día
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¡Un maestro!
Paquito D’ Rivera hizo un exquisita mancuerna conla Filarmónica Nacional ayer en el Teatro Nacional
Isaac LOBO / Al Día
Fue la tierra prometida del jazz, con canciones que sabían a leche y a miel, donde los sonidos de la sangre latinoamericana se conjugaron con la realeza de las composiciones clásicas.
Paquito D’Rivera, ayer en el Teatro Nacional, encajó perfectamente con los músicos de la Filarmónica Nacional. Parecían grandes amigos, que crecieron juntos.
No había un lugar vacío en la joya de San José, pues el público no se quería perder cómo el mejor saxo alto de los últimos 30 años mostraba su talento. Este mago llevó a la gente a un viaje de sonidos, a un concierto sinfónico, pero con el alma jazz y la piel latinoamericana, siempre con mucho espacio a la improvisación. Se dejaron escuchar temas dulces como una serie de piezas de Mozart, que el mismo músico cubano arregló, así como un suite de Duke Ellington.
Pero el matrimonio perfecto entre lo que es el espíritu del jazz y lo que es la orquesta sinfónica se dio con la interpretación del tema “Romance en La Habana”, compuesto por el nacional Ray Tico, que cerró el intermedio.
Hoy será la última presentación de Paquito, otra joya irrepetible. El recital será hoy a las 6 p.m. en el Teatro Nacional y las entradas tienen un valor de ¢8.000, ¢10.000 y ¢12.000.
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