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“El legado más importante que me dejó el fútbol, fue ganarme el cariño de la gente”, afirma Luis Raquel Ledezma, quien tiene un taller en el INVU Las Cañas de Alajuela. Griselda SANABRIA / Al Día
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De la cancha al taller
Luis Raquel Ledezma se dedica a su negocio de carrocería y pintura
Francisco CARBALLO / Al Día
Fue todo un sinónimo de seguridad en las zagas de la Liga Deportiva Alajuelense y el Club Sport Herediano.
Sin embargo, una lesión forzó su despedida del futbol. Luis Raquel Ledezma Corrales siente un profundo agradecimiento por el deporte que practicó durante 14 años, pero, sobre todo, por la gente que aún lo recuerda con cariño.
“El legado más importante que me dejó el fútbol, fue ganarme el cariño de la gente, que aún me saluda en la calle, que conversa conmigo y me agradece lo que hice”, confesó Ledezma.
A sus 44 años, aún practica futbol, sale a jugar con los veteranos de la Liga y se dedica junto a su hermano, José, a la administración del “Taller de enderezado y pintura Ledezma”, en el INVU Las Cañas de Alajuela, que heredaron de su padre.
Además, planea establecer una escuela de fútbol, para incentivar el deporte en los niños.
“Por ahora me estoy organizando con el trabajo y sacar el tiempo”, agregó.
Primeros pasos
Ledezma, quien está divorciado y dedica buena parte de su tiempo a su hija de 11 años, debutó en primera división a los 16.
Con el tiempo surgió como la figura en la banda derecha de Liga Deportiva Alajuelense. Fue campeón con los manudos en 1980, 1983 y 1984.
“El tiempo que estuve en la Liga viví momentos muy lindos; siento que fueron de los mejores de mi carrera. Pero, lastimosamente, en esa época los dirigentes no supieron manejar bien al equipo. Eso causó que muchos jugadores se marcharan del club”.
A raíz de ese problema, Luis Raquel pasó a jugar con el Club Sport Herediano, en 1987, y fue llamado a la Selección durante la eliminatoria para México 86.
“El paso por el Herediano fue muy lindo e importante para mí, porque tuve la oportunidad de ganar un título y crecer aún más como futbolísta”.
Regresó a la Liga en el 88, pero una lesión en la columna lo alejaría por completo del fútbol un año después, cuando tenía posibilidades de asistir al Mundial de Italia 90.
Fue en noviembre de 1989, cuando Ledezma, lateral izquierdo de Alajuelense, salió lesionado en un juego ante Palmares.
Fue la última vez que el jugador se desempeñó como futbolista, pues aquella lesión lo obligó a dejar las canchas.
Así, Luis Raquel se vio privado de su forma de ganarse la vida.
La situación que vivió con el retiro lo motivó a plantear una denuncia contra su último equipo, para luchar por las garantías laborales de los futbolistas.
Ledezma llevó el caso a los Tribunales de Justicia. Fue la primera vez que un asunto futbolístico se ventilaba en esta instancia.
“A mí nunca me han gustado las injusticias, por eso tuve que poner la demanda y reclamar mis derechos”.
Años después, ya como exjugador, el fallo judicial favoreció a Luis, que pasó a ser el primer deportista en recibir una indemnización de este tipo.
En breve
Nombre: Luis Raquel Ledezma Corrales.
Edad: 44
Residencia: Alajuela
Equipos: Alajuelense y Herediano.
Títulos: Campeón con Alajuelense en las temporadas 1980, 1983 y 1984. Con Herediano en 1987.
Color: Blanco
Comida: De todo
Programa de TV: Veo muy poco la televisión.
Música: La espiritual.
Admira a: Dios.
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