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La comunidad de Zapote, cerca de Puerto Viejo de Sarapiquí, se conmovió el sábado por el asesinato de Eddy Chaves Reyes, de 28 años.
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Asesinan a peón bananero
Rodolfo MARTÍN / Al Día
Puerto Viejo, Sarapiquí.-Eddy Chaves Reyes, de 28 años, fue asesinado el sábado de una puñalada.
El hecho ocurrió cerca de las 4 p.m en Zapote, un caserío ubicado a 15 kilómetros al norte de Puerto Viejo.
Uno de los dos sospechosos del crimen también estuvo a punto de morir tras ser vapuleado por una turba de vecinos.
Además del herido, de apellido González, también está preso otro sospechoso de apellido Madrigal, según informó Miguel Araya, del Comando de Puerto Viejo.
Provocación y riña
Según informó la Cruz Roja de Puerto Viejo, Chaves murió debido a una puñalada en el tórax.
Su cuerpo quedó boca arriba en salón del Centro Social Zapote, conocido también como “El Hijo Desobediente”, informaron en la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad Pública.
Cuando los cruzrojistas llegaron al sitio nada se podía hacer por Chaves, quien –según los vecinos– era tranquilo y decente. El hombre había llegado al sitio antes que los sospechosos con la idea de beber unas cervezas.
A los minutos, fue abordado por los sujetos, gente problemática y agresiva, dijo Araya.
Uno de los dos detenidos comenzó a insultar y provocar a Chaves, quien permanecía tranquilo, según versiones de algunos testigos.
Sin embargo, no soportó los insultos y los golpes, por lo que hizo frente a la agresión.
La víctima iba ganando, por eso el segundo de los implicados decidió intervenir. Hasta ahí todo parecía ser un típico pleito de pueblo donde los vecinos seguían el desarrollo de los acontecimientos.
Algunos testigos dijeron que Chaves llegó a dominó a los dos adversarios, por lo que uno de ellos salió del bar y se dirigió a una casa situada a 200 metros.
Minutos después volvió con dos puñales y le entregó uno al otro sujeto.
Chaves siguió haciéndole frente a la pelea hasta que González, al parecer, lo apuñaló.
Madrigal aprovechó la confusión para huir, al mismo tiempo que la turba vapuleaba a González.
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