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Con todo
El sagradeño Pablo García (de rojo) frenó los intentos del universitario Rafael Rodríguez. Sagrada triunfó ayer 3-1, en el estadio Teodoro Picado.
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Sagrada inspiración
Hugo ULATE SANDOVAL / Al Día
Los universitarios siguen de mal en peor en la Segunda División y ayer chocaron contra el muro sagradeño y cayeron 3-1 en el Teodoro Picado.
Los albicelestes, vestidos ayer de azul, no supieron descifrar el fútbol artero y de pelotazo de Sagrada Familia, que pese a sus limitaciones futbolísticas, les sobra ganas y corazón.
Y es que los sagradeños hasta barra con comparsa se llevaron al estadio para alentar a sus muchachos y de verdad que dio resultado.
Mientras tanto, los universitarios ni siquiera fueron la sombra del equipo que jugó la final en la temporada pasada.
Ganas y más ganas
Los seguidores sagradeños le pusieron mucha pimienta al encuentro, en especial con la presión que le infringían a sus hombres.
“Aquí no se permite bajar los brazos”, “Hay que ponerle ganas”, gritaban desde la grada, al tiempo que el resto de aficionados cantaban sin cesar: “U jamás, jamás, jamás serán campeones”, a ritmo de una de las mejores piezas de Camilo Sesto.
Tal fue el ánimo que los jugadores se llenaron de ganas y complacieron con un tanto de Carlos Salas, que en un mano a mano con el portero universitario, la tocó a un lado y la mandó lentamente a las redes.
Imparable
En el complemento, los visitantes replicaron cuando Rafael Rodríguez empató de cabeza, pues los sagradeños se volcaron encima de sus contrarios y consiguieron irse arriba de nuevo con un tanto de penal, cobrado por Starling Abarca.
Pero todavía faltaba más. Los locales estaban inspirados. Cuando la “U” más amenazaba con empatar, otra vez metieron el puntillazo con el tercero.
Un tiro de esquina desde la izquierda sirvió para que César Aguilar se elevara y con potencia la pusiera adentro, para el tercero.
“Perdimos el partido en el penal que cometimos, pues hasta ese momento estábamos controlando el juego y estaba para nosotros. Hay que corregir algunos errores”, indicó al final el técnico universitario Jorge Manuel “Gugui” Ulate, quien a la vez buscaba alguna explicación para entender el inicio tan irregular que ha tenido su equipo, que desde hace tiempo no pasaba por esto.
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