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Miembros de la Fuerza Pública contienen a huelguistas, ayer, a las 10:50 a.m., en la salida del Muelle de Moín. Hubo un intercambio de piedras y gases lacrimógenos. José RIVERA / Al Día
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Huelga y normalidad en Limón
Érick CARVAJAL, Enviado / Al Día
Colaboraron Juan SALAS y Róger AMORETY, corresponsales.
Limón - La primera jornada de la huelga que se inició ayer en Limón estuvo caracterizada por un enfrentamiento entre policías y trabajadores, y por el normal funcionamiento del muelle de Moín y el suministro de combustible de RECOPE al resto del país.
Al menos 17 personas resultaron afectadas por gases lacrimógenos y 20 detenidas en los enfrentamientos entre trabajadores de JAPDEVA y la Fuerza Pública, en las inmediaciones del muelle de Moín. La policía lanzó gases lacrimógenos y los huelguistas respondieron con piedras.
Anoche, poco antes de las 11, grupos de jóvenes quemaron llantas en algunos puntos de Limón, pero no se trataba de huelguistas. Hubo dos detenidos.
Organizaciones obreras limoneneses empezaron ayer una huelga indefinida para exigirle al Gobierno que cumpla sus planes de desarrollo socioeconómico provincial, como fortalecer la infraestructura de servicios en JAPDEVA, la inversión en RECOPE y atender demandas salariales y de prestaciones laborales, entre otros.
En conferencia de prensa, a las 12:30 p.m., Róland Esna, secretario de la Federación de Trabajadores Limonenses (FETRAL) –que encabeza el movimiento–, condicionó el eventual inicio de negociaciones con el Poder Ejecutivo, a que el Gobierno libere a los obreros que permanecen detenidos.
Los disturbios se produjeron luego de que grupos de trabajadores llegaron a Moín a protestar, ya que JAPDEVA contrató a personal temporal para mantener el funcionamiento del muelle.
Unos 80 obreros que temporalmente están al servicio de JAPDEVA se encargaron en Moín de cargar de banano y piña al barco “Spring Panda”.
Además, se espera la llegada de los barcos “Napier Star” y el “Ivory Gril” para cargarlos.
Alberto Amador, presidente ejecutivo de JAPDEVA, comentó que se contrató a operadores internacionales de puertos. “Tenemos un remolcador colombiano y un piloto portuario para asesorar al capitán de la embarcación durante su aproximación a la bahía y atraque”, dijo.
Por otra parte, el muelle Alemán estuvo cerrado, ya que su ingreso fue bloqueado con maquinaria y baldosas de cemento. Amador indicó que las labores de esa terminal se trasladarían a Moín.
Antes de los disturbios, a las 10 a.m., un montacargas contratado por el Gobierno cargaba piñas y bananos en un barco, en el Muelle de Moín.
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Mientras, la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) confirmó ayer que el abastecimiento de combustibles desde sus plantas en Limón, no fue afectado por la huelga. El suministro en el plantel del Alto de Ochomogo tampoco se interrumpió, ya que la Fuerza Pública ayudó a cargar los camiones distribuidores para que cumplieran con su itinerarios normales de entrega. (Ver recuadro)
Choques
Desde las 6 a.m., alrededor de 70 trabajadores llegaron a Moín, pero la policía instaló una barricada para impedirles el ingreso y los desalojó de la entrada cerca de las 7:25 a.m.
A las 9:30 a.m. los sindicalistas de JAPDEVA llegaron a la entrada del puerto, para protestar por la presencia de los trabajadores contratados.
Aproximadamente una hora después, la policía lanzó gases lacrimógenos, tras advertir a los manifestantes que no bloquearan la vía.
Daniel Murillo, vocero del sindicato de JAPDEVA, aseguró que la policía inició la agresión y que los obreros se defendieron con piedras.
La Cruz Roja atendió a 17 personas afectadas por gases lacrimógenos.
Hubo un segundo enfrentamiento a las 11:15 a.m. cuando una patrulla de la Fuerza Pública empezó a limpiar la carretera y hubo un nuevo lanzamiento de gases.
Al mediodía, la Fuerza Pública lanzó gases lacrimógenos para dejar el paso libre a por lo menos ocho camiones que salieron vacíos del puerto.
La calma retornó en la tarde.
Comercio con temor
Limón - Varias tiendas comerciales del centro de Limón cerraron ayer sus cortinas de hierro, por temor a posibles actos de vandalismo. Según los comerciantes, las huelgas son aprovechadas por antisociales para cometer robos.
María Cruz, administradora de Distribuidora Limón Fox, comentó que es probable que los clientes estén acostumbrados a vivir situaciones similares, pero ella no. “Tuve que bajar las cortinas, porque vi a unos jóvenes que pasaron con unas piedras y si le pasa algo al local, es mi responsabilidad”.
Sulman Matarrita, de la tienda Xiomarita, también bajó las cortinas de su local. “En otras ocasiones han quebrado los vidrios de los locales y roban la mercadería. Estas huelgas son aprovechadas por los antisociales para robar”, dijo.
Según datos oficiales de JAPDEVA, un día de huelga cuestas alrededor de ¢60 millones en pérdidas, pero no se tiene el dato de cuánto le costó ayer la paralización del Muelle Alemán y los gastos en los que tuvo que incurrir por la contratación de un remolcador colombiano.
Las sucursales del Banco de Costa Rica y del Banco Popular reforzaron ayer su seguridad interna en previsión de cualquier eventualidad, pero trabajaron con normalidad.
El aeropuerto de la ciudad está operando como siempre. “Todo está bajo control”, señaló Norma Christy, administradora del aeropuerto.
En tanto, los principales aeropuertos del país (Juan Santamaría, Liberia, y Limón) tienen suficiente combustible para un mes.
Pacheco: “No se pagarán salarios”
El presidente Abel Pacheco advirtió ayer que todos aquellos funcionarios públicos que tomen parte en la huelga en Limón, no recibirán su salario durante el tiempo que abandonen sus labores. Pacheco recalcó que quienes sean detenidos por desórdenes, serán pasados al Ministerio Público.
Tras el Consejo de Gobierno, el ministro de Trabajo, Ovidio Pacheco, mostró su confianza en que el movimiento será declarado ilegal en las próximas horas. Por su parte, el titular de Obras Públicas, Javier Chaves, indicó que la huelga “es injustificada” pues en la zona se han invertido más de ¢17 mil millones y hay otros planes de desarrollo en marcha.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Ricardo Toledo, aseveró que el Ejecutivo está dispuesto al diálogo, pero también garantiza el atraque, carga y descarga de barcos en Moín, con la ayuda de naves remolcadoras extranjeras y el apoyo de 10 especialistas colombianos. El gobierno también garantizó el abastecimiento de combustible.
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